Un diplomático ruso y su esposa fueron agredidos el pasado domingo en la ciudad de Casablanca por un grupo de conductores de taxis, quienes reaccionaron de forma violenta al descubrir que la pareja había optado por utilizar un servicio de transporte contratado a través de la aplicación móvil “InDrive”.
Relata el diario Al-Sabah, los conductores, en su intento de combatir el uso de aplicaciones móviles que consideran una competencia desleal, rodearon el vehículo solicitado por la pareja y protagonizaron un enfrentamiento violento con el conductor. La agresión no solo afectó al chófer, sino también a los pasajeros, quienes luego fueron identificados como un diplomático ruso de alto rango y su esposa.
Máxima alerta y respuesta gubernamental
El incidente generó un estado de máxima alerta tras ser notificado a las autoridades, lo que llevó a que el diplomático ruso, su esposa y el conductor fueran trasladados de inmediato a una clínica privada para recibir atención médica. Paralelamente, las fuerzas de seguridad lanzaron una investigación para identificar y detener a los responsables, quienes huyeron del lugar tras la agresión.
Este episodio se produce en un momento especialmente delicado para Marruecos, coincidiendo con la publicación por parte de la FIFA de la valoración del país como una de las sedes del Mundial de Fútbol 2030, junto a España y Portugal. El incidente ha generado preocupación sobre la imagen del país en el escenario internacional, especialmente ante la atención global que suscitará el torneo.
Medidas urgentes para evitar futuros incidentes
El gobierno marroquí ha anunciado que tomará medidas urgentes para prevenir incidentes similares en el futuro. Fuentes oficiales señalaron que se implementarán nuevas regulaciones para equilibrar la competencia entre el sector tradicional de taxis y las plataformas digitales de transporte, además de reforzar la seguridad para proteger tanto a ciudadanos como a visitantes extranjeros.
Este caso pone de relieve las tensiones persistentes entre los conductores de taxis tradicionales y los servicios de transporte basados en aplicaciones móviles, un conflicto que amenaza con empañar la imagen de Marruecos como un destino moderno y seguro.