Una ola de indignación y consternación recorre México tras conocerse la detención de tres mujeres implicadas en al menos 71 casos de abuso sexual infantil cometidos en guarderías. Las autoridades han confirmado que los hechos fueron descubiertos luego de una serie de denuncias y revisiones médicas que arrojaron resultados alarmantes.
Según los informes preliminares, los menores víctimas confirmaron haber sufrido “tocamientos de índole sexual”, mientras que los reportes médicos forenses detallan la presencia de “introducciones de dedos por vía genital y anal”. Estas evidencias han sido clave para la apertura de una investigación judicial de gran envergadura.
Las presuntas responsables, cuyas identidades no han sido reveladas por motivos legales, trabajaban en instituciones de cuidado infantil donde, presuntamente, ocurrieron los abusos. La Fiscalía General de la República ya ha iniciado un proceso penal en su contra por los delitos de pederastia agravada y corrupción de menores.
Organizaciones defensoras de los derechos de la infancia han exigido justicia y un reforzamiento urgente en los protocolos de vigilancia dentro de las guarderías. “Es inadmisible que en espacios diseñados para proteger y cuidar a la niñez ocurran atrocidades como estas”, declaró Ana María López, vocera de la Red por la Infancia Segura.
El caso ha provocado reacciones en todo el país, con ciudadanos exigiendo mayores controles y sanciones ejemplares. Mientras tanto, el Gobierno federal anunció la creación de una comisión especial para investigar el caso y evaluar el funcionamiento de las instituciones infantiles involucradas.
Las investigaciones continúan y se espera que en los próximos días se amplíe la información oficial, así como las medidas de protección y reparación para las familias afectadas.
