El impacto de la DANA en Chiva
En la medianoche del lunes, los residentes de la calle Buñol en Chiva, Valencia, fueron despertados por el estruendo del derrumbe de la fachada de un edificio emblemático conocido como la Mutua. Este incidente es uno de los muchos efectos devastadores de la DANA que ha azotado la región, causando más de 200 muertes y daños incalculables.
El barranco del Poyo, que atraviesa Chiva, alcanzó un caudal de 15 metros, arrasando con todo a su paso. La presidenta del Colegio Territorial de Arquitectos de Valencia, Marina Sender, explicó que la magnitud de la DANA ha sido terrible y que aún se están evaluando los daños. Enfatizó que las construcciones cercanas a los barrancos son especialmente vulnerables.
Falta de control y planificación
Chiva se encuentra en una zona de riesgo de inundación, según el Ministerio para la Transición Ecológica. Sin embargo, Joan Olmos Llorens, doctor ingeniero de Caminos, critica la falta de control en estas áreas. Señala que sectores económicos poderosos, como el de la construcción, a menudo evitan las regulaciones necesarias, lo que resulta en construcciones peligrosas.
Olmos Llorens recuerda catástrofes pasadas, como la riada de Valencia de 1957 y la rotura de la presa de Tous en 1987, para ilustrar la gravedad de construir sin considerar los riesgos naturales. La falta de una cartografía de riesgos adecuada es un problema que, según él, estamos pagando caro.
Llamado a la acción por parte de los geólogos
Nieves Sánchez, presidenta del Colegio Oficial de Geólogos, también critica la falta de prevención y planificación. Argumenta que las administraciones permiten construcciones en lugares inadecuados y no informan adecuadamente a los ciudadanos sobre los riesgos. Sánchez aboga por una cultura de prevención que involucre a la población en la gestión de riesgos.
Renaturalización como solución
Olmos Llorens propone la renaturalización de los cauces como una solución viable. En Ontinyent, Valencia, se está trabajando en un parque inundable que reemplaza viviendas cercanas al río con zonas verdes, demostrando un enfoque proactivo hacia la gestión de riesgos naturales.
Acciones inmediatas
Ante la situación en Chiva, el Colegio Oficial de Arquitectos de Valencia ha movilizado a más de 100 arquitectos voluntarios para evaluar y apuntalar estructuras dañadas, previniendo así mayores desastres. Esta respuesta rápida es crucial para mitigar los efectos de la DANA y proteger a las comunidades afectadas.