Italia ha implementado un plan sin precedentes al trasladar a solicitantes de asilo rescatados en el Mediterráneo a centros en Albania. Esta medida, promovida por el gobierno de Georgia Meloni, ha suscitado un acalorado debate sobre su legalidad y ética. Es la primera vez que un país europeo decide enviar migrantes a un país extracomunitario para gestionar sus solicitudes de asilo.
En los centros ubicados en Schengjin y Gjader, Albania, los migrantes serán identificados y se procesarán sus solicitudes de asilo. Sin embargo, expertos legales han expresado serias preocupaciones sobre la legalidad de esta práctica. Paco Solans, abogado especializado en derecho de extranjería, afirma que esta acción podría violar la Convención de Ginebra, calificándola como un incumplimiento flagrante de las normativas internacionales.
Debate en la Unión Europea
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha propuesto extender este modelo a otros países de la UE, lo que ha generado divisiones entre los estados miembros. Mientras que España se opone firmemente a la creación de centros de deportación fuera de la UE, otros países han mostrado su apoyo a la iniciativa de Meloni.
Mónica López, directora de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), critica el plan, argumentando que no respeta los derechos humanos ni las obligaciones legales internacionales de la UE. Según López, el pacto de migración y asilo firmado recientemente por Europa exige que los países garanticen derechos básicos como la asistencia letrada y el acceso a intérpretes, algo que podría no cumplirse en estos centros.
Restricciones y Derechos Humanos
Durante el proceso de solicitud de asilo, que según el plan italiano debería resolverse en 28 días, los migrantes no tendrán libertad de movimiento. Esta restricción ha sido objeto de críticas, ya que limita el acceso a asistencia legal adecuada. Carlos de las Heras de Amnistía Internacional señala que la falta de una autoridad independiente que supervise estos centros es preocupante, especialmente en un país como Albania, donde los recursos legales son más limitados.
Perfil de los Migrantes
Los migrantes enviados a Albania son principalmente hombres adultos de países considerados ‘seguros’ por el gobierno italiano. Estos incluyen naciones como Bangladés y Egipto. Sin embargo, una reciente sentencia del Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas podría complicar esta clasificación, ya que establece que un país solo puede considerarse seguro si todo su territorio está libre de peligro.
Diego López Garrido, director de la fundación Alternativas, advierte que desviar a personas a países no seguros podría poner en riesgo su integridad física. El plan excluye a menores, mujeres y familias, pero sigue siendo objeto de escrutinio por parte de organizaciones de derechos humanos.
En conclusión, el plan de Italia de enviar solicitantes de asilo a Albania plantea serias preguntas sobre la legalidad y ética de tales medidas dentro de la UE. A medida que el debate continúa, la comunidad internacional observa de cerca las implicaciones de este experimento en la política migratoria europea.