Donald Trump, presidente electo de Estados Unidos, continúa sorprendiendo con sus elecciones para formar su nuevo gobierno. Los recientes nombramientos de Linda McMahon y el Dr. Mehmet Oz han generado un gran revuelo tanto en medios políticos como en la opinión pública.
Linda McMahon, conocida por su papel como exejecutiva de la empresa de lucha libre World Wrestling Entertainment (WWE), ha sido designada como secretaria de Educación. A pesar de su limitada experiencia en el ámbito educativo, Trump ha destacado su capacidad de liderazgo y su conocimiento en negocios como factores clave para su elección.
McMahon ya formó parte del primer gobierno de Trump, donde dirigió la Administración de Pequeñas Empresas. Su trayectoria en WWE, junto a su esposo Vince McMahon, transformó la compañía en un imperio mediático. Sin embargo, sus intentos previos de ingresar al Senado de Estados Unidos no tuvieron éxito.
Por otro lado, el Dr. Oz, famoso por su programa televisivo ‘The Dr. Oz Show’, ha sido nombrado administrador de los centros de servicios de Medicare y Medicaid. Este nombramiento ha sido criticado debido a las posturas del Dr. Oz en favor de la medicina alternativa y otras prácticas no convencionales.
Trump ha defendido la elección del Dr. Oz, describiéndolo como un médico eminente y un comunicador de primera clase. Según el expresidente, Oz es la persona adecuada para abordar la crisis del sistema de atención sanitaria en Estados Unidos, que considera ‘roto’ y perjudicial para los ciudadanos comunes.
El Dr. Oz trabajará junto a Robert F. Kennedy Jr., conocido por sus teorías de conspiración sobre las vacunas, quien ha sido nominado como futuro secretario de Salud. Esta combinación ha generado preocupación entre expertos en salud pública y científicos.
Ambos nombramientos deberán ser aprobados por el Senado, lo que podría representar un desafío dada la controversia que rodea a estas figuras. La administración de Trump se enfrenta a críticas por llenar su equipo de gobierno con personalidades polémicas, lo que podría influir en la percepción pública y en la efectividad de sus políticas.
Con estos movimientos, Trump parece seguir apostando por figuras que, aunque controvertidas, son leales a su visión y estilo de liderazgo. El tiempo dirá cómo estos nombramientos impactarán en las áreas de educación y salud en Estados Unidos.