El 29 de octubre, Valencia enfrentó una emergencia climática sin precedentes debido a la DANA, que provocó intensas lluvias e inundaciones. La delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, tomó medidas inmediatas para coordinar la respuesta ante esta crisis.
**Comunicación y Coordinación**
Tras la alerta roja emitida por Aemet a las 7:30 horas, Bernabé canceló su agenda para reunirse con los equipos de emergencia bajo su jurisdicción. A las 12:23, 12:45 y 14:00 horas, contactó a la consellera de Justicia, Salomé Pradas, para ofrecer recursos, incluyendo la Unidad Militar de Emergencia (UME).
Pradas, sin embargo, ha declarado que no recibió una oferta formal de despliegue de medios y criticó la falta de información sobre el avance del temporal. Según ella, fue el alcalde de Utiel quien les informó sobre las inundaciones incipientes.
**Testimonios y Reacciones**
TVE capturó imágenes de Pradas discutiendo el ofrecimiento de la UME con sus colaboradores, lo que contradice sus declaraciones públicas. Mientras tanto, la alcaldesa de Paiporta, María Isabel Albalat, contactó a Bernabé a las 19:00 horas para informar sobre la grave situación en su municipio.
Albalat expresó su preocupación por la falta de preparación y el riesgo para la vida de los residentes. En respuesta, Bernabé aseguró que transmitiría la información a las autoridades competentes.
**Despliegue de Recursos y Controversias**
Desde la Conselleria de Justicia, se ha negado que se propusiera un mensaje masivo a la población tras la llamada de la alcaldesa de Paiporta. La vicepresidenta del Gobierno valenciano, Susana Camarero, afirmó que los recursos se desplegaron desde el inicio y que a las 15:00 horas ya estaba activo el dispositivo para la UME.
El presidente valenciano, Mazón, defendió su gestión durante la crisis, negando rumores sobre su ausencia en momentos críticos. Aseguró estar en constante comunicación y negó categóricamente haber estado en una celebración privada.
**Conclusiones**
La gestión de la emergencia por la DANA en Valencia ha puesto de manifiesto la importancia de la coordinación y comunicación entre las distintas autoridades. Las discrepancias en las declaraciones de los involucrados resaltan la necesidad de mejorar los protocolos de respuesta ante desastres naturales para minimizar el impacto en la población.