Correos ha informado a los sindicatos que el protocolo de seguridad data del año 2009 y que únicamente se ha modificado en el 2019 para su “relajación,” eliminando la obligatoriedad de paso por los escáneres de los envíos inferiores a 100 gr.
«Es inadmisible», subrayan CCOO y UGT, que la empresa reconozca en la reunión que «únicamente se pasan por los escáneres de seguridad aproximadamente un 4% de los envíos y que, siendo conocedores de estos datos, traten de inculpar al trabajador de la subcontrata para evitar asumir responsabilidades que sin ninguna duda les corresponde».
Los sindicatos continúan exigiendo una auditoría «para depurar responsabilidades a todos los niveles, evitando dar carpetazo a este asunto utilizando al trabajador de la empresa externa como “cabeza de turco” ya que, tras la reunión mantenida, la brecha de seguridad es patente».
El pasado 24 de abril, ante la noticia en los medios de comunicación de la recepción de cartas dirigidas a María Gámez, Pablo Iglesias y Fernando Grande-Marlaska, CCOO y UGT sindicatos mayoritarios en Correos, exigieron por carta al presidente una reunión informativa ante la falta de información a las Organizaciones Sindicales. «Pues bien, Correos ha convocado hoy, 27 de abril, a las Organizaciones Sindicales a una reunión informativa para tratar “las cuestiones relacionadas con la remisión de envíos postales con contenidos amenazantes a diferentes políticos y personalidades del Estado, y atendiendo a la petición de información realizada por las organizaciones sindicales”», aseguran desde el sindicato.
La reunión, según informan CCOO y UGT, «ha sido convocada con nocturnidad, alevosía, sin documentación previa y cuatro días después de su exigencia por parte de las organizaciones sindicales, acuciados por la presión insostenible en los medios de comunicación».
CCOO y UGT subrayan «la falta pudor, seriedad y rigor que Correos le ha dado a esta reunión al no estar presente en la misma ni el presidente de la compañía pública, ni el director del área de operaciones, ni la responsable del departamento de comunicación y marketing, siendo estas personas y sus departamentos vitales tanto para la toma de decisiones en la compañía, como para la imagen de la mayor empresa pública del país ante los hechos acaecidos» denuncian. «Se esconden ante la adversidad tratando de “echar balones fuera”, culpando a un vigilante de seguridad de una empresa externa, utilizándolo como cabeza de turco, y evitando la asunción de una responsabilidad que sin ninguna duda les corresponde», aseveran CCOO y UGT.