Los gobiernos de Francia, Reino Unido y Canadá han emitido una dura advertencia a Israel ante lo que califican como una «atroz expansión» de su operación militar en la Franja de Gaza. En una declaración conjunta, los tres países condenaron el sufrimiento «intolerable» infligido a la población civil palestina y advirtieron que podrían tomar «acciones concretas» si no se detiene la escalada.
«La situación humanitaria en Gaza ha alcanzado niveles inaceptables», afirmaron los gobiernos en un comunicado. «La negación de asistencia humanitaria es completamente inadecuada e inaceptable. No puede haber justificación para impedir la ayuda a civiles atrapados en medio del conflicto».
La reacción internacional se produce en medio de informes que denuncian bombardeos intensificados en zonas densamente pobladas, con un saldo creciente de víctimas civiles y una infraestructura humanitaria al borde del colapso.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, respondió con dureza a las críticas, acusando a los gobiernos occidentales de «premiar» lo que calificó como «los ataques genocidas de Hamas». «Quienes hoy nos amenazan por defendernos, están dando legitimidad al terrorismo», declaró Netanyahu, subrayando que Israel «seguirá actuando para proteger a sus ciudadanos».
El tono del intercambio marca un nuevo punto de tensión entre Tel Aviv y varios de sus tradicionales aliados occidentales, que en los últimos meses han incrementado sus llamados a un alto al fuego y a la protección de los civiles en el enclave palestino.
Mientras tanto, organizaciones humanitarias y la ONU continúan pidiendo acceso inmediato y sin restricciones para llevar asistencia vital a la población de Gaza, atrapada en medio de un conflicto que no muestra señales de disminuir.
