Ceuta se encuentra a la cabeza del abandono escolar y el fracaso académico en España, una realidad agravada por la falta de competencias educativas en la Ciudad Autónoma. Al igual que Melilla, Ceuta depende directamente del Ministerio de Educación, lo que limita su capacidad para implementar soluciones adaptadas a las necesidades locales. Sin embargo, las críticas se dirigen principalmente al Gobierno central, liderado por Pedro Sánchez, por lo que se percibe como una gestión deficiente y una falta de voluntad política para mejorar el futuro de los jóvenes ceutíes.
Falta de compromiso institucional
La delegada del Gobierno en Ceuta, Cristina Pérez, y el director provincial del Ministerio de Educación, Miguel Señor, han sido señalados por su aparente inacción frente a la grave crisis educativa. Las cifras de abandono escolar temprano son alarmantes, mientras que las iniciativas para revertir la situación brillan por su ausencia. Según educadores y familias, esta pasividad institucional está condenando a una generación de jóvenes a la falta de oportunidades y precariedad laboral.
Cursos de capacitación profesional: otro punto crítico
La situación se ha visto agravada desde que el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) dejó de certificar los cursos de capacitación profesional, transfiriendo esta responsabilidad al Ministerio de Educación. Este cambio ha generado un colapso burocrático que afecta a academias de formación y a cientos de alumnos en Ceuta.
Formaciones clave para acceder a profesiones de alta demanda, como la de Vigilante de Seguridad Privada, están en suspenso debido a la falta de gestión y agilidad por parte del Ministerio. Los certificados, esenciales para que los estudiantes ingresen al mercado laboral, se retrasan indefinidamente, dejando a los alumnos en un limbo administrativo que les impide trabajar en los sectores para los que se han preparado.
Impacto en el mercado laboral
Las academias de formación
denuncian que la falta de personal y recursos en el Ministerio para tramitar las acreditaciones no solo afecta a los alumnos, sino que también agrava la tasa de paro juvenil, ya de por sí elevada en Ceuta. Estos certificados representan una herramienta clave para que los jóvenes accedan a empleos cualificados, pero el actual bloqueo administrativo está obstaculizando cualquier progreso en esta área.
Reclamaciones urgentes
Los agentes sociales y educativos en Ceuta exigen medidas inmediatas para abordar esta doble crisis:
- Transferencia de competencias educativas a la Ciudad Autónoma, que permitiría una gestión más cercana y adaptada a las necesidades
- Reformas en la tramitación de certificados profesionales garantizando un proceso ágil que permita a los alumnos acceder al mercado laboral sin demoras innecesarias.
- Inversión en recursos educativos y formación profesional, para atacar las causas del abandono escolar y ofrecer alternativas viables a los jóvenes ceutíes.
El estancamiento actual no solo compromete el desarrollo de los estudiantes, sino que también perpetúa las desigualdades estructurales en Ceuta. Sin un compromiso firme por parte del Gobierno central y de sus representantes en la ciudad, el futuro educativo y laboral de los jóvenes ceutíes seguirá en entredicho.