Tragedia en centros de ayuda
El lunes, un ataque con artillería israelí impactó un centro de distribución de alimentos de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) en Yabalia, al norte de la Franja de Gaza. Según fuentes locales, al menos diez personas perdieron la vida en este incidente. En paralelo, otro ataque alcanzó tiendas de desplazados en el hospital Mártires de Al-Aqsa, resultando en cuatro muertes adicionales.
Una noche de horror, como la describió Philippe Lazzarini, comisionado general de la UNRWA, se vivió en Gaza. La situación se agrava con cada nuevo ataque, dejando a la población en un estado de constante temor y desesperación.
Impacto en la población civil
El Ministerio de Salud gazatí reportó que en las últimas 24 horas, al menos 62 palestinos han muerto debido a los bombardeos, elevando el número total de víctimas desde el inicio del conflicto a más de 42,300. Los ataques no solo han cobrado vidas, sino que también han causado un gran número de heridos, muchos de ellos niños y mujeres que buscaban refugio en instalaciones médicas.
En el hospital de Al Aqsa, el ataque provocó un incendio que dejó más de 40 heridos, algunos en estado crítico. Las autoridades locales han señalado que el fuego pudo haber sido causado por bombas incendiarias, lo que ha intensificado el sufrimiento de los desplazados.
Periodistas en la línea de fuego
La violencia también ha alcanzado a los periodistas que cubren el conflicto. Ayman Muhammad Ruwaished, un periodista de Al Aqsa TV, fue asesinado en un bombardeo israelí en el campamento de refugiados de Jabalia. Con su muerte, el número de periodistas fallecidos en Gaza asciende a 177, convirtiendo este conflicto en uno de los más peligrosos para los trabajadores de medios, según el Comité para la Protección de los Periodistas.
La comunidad internacional ha expresado su preocupación por la seguridad de los periodistas y la libertad de prensa en la región, destacando la necesidad urgente de proteger a quienes informan sobre la crisis.
Conclusión
La situación en Gaza sigue siendo crítica, con ataques que afectan tanto a civiles como a trabajadores humanitarios y periodistas. La comunidad internacional debe redoblar sus esfuerzos para encontrar una solución pacífica y garantizar la protección de los derechos humanos en la región.