Impacto de los Ataques en Gaza
En la madrugada del domingo, al menos 33 personas perdieron la vida en la Franja de Gaza debido a una serie de ataques israelíes concentrados principalmente en el norte del enclave palestino. Entre las víctimas se encuentran varios niños, según informaron fuentes locales.
Uno de los incidentes más graves ocurrió en la escuela Jalil Awida, ubicada en Beit Hanoun, donde al menos 15 personas murieron tras un bombardeo de la artillería israelí. Este edificio albergaba a unas 2,000 personas desplazadas por el conflicto.
La agencia oficial de noticias palestina Wafa reportó que durante la incursión, las fuerzas israelíes arrestaron a varios hombres y obligaron a mujeres y niños a evacuar la escuela bajo amenaza de armas, llevándolos a un puesto de control militar cercano.
En la ciudad de Gaza, situada al norte del enclave, otros 14 palestinos murieron y más de treinta resultaron heridos tras ataques aéreos israelíes en distintos barrios de la capital. Además, en Deir al Balah, un ataque contra una tienda de campaña que servía como refugio para desplazados causó la muerte de cuatro personas más.
Escasez Crítica en Hospitales
El hospital Kamal Adwan, uno de los principales centros médicos de la región, enfrenta condiciones críticas. Su director, Hosam Abu Safiya, denunció una grave escasez de personal médico debido a los ataques que han cobrado la vida de médicos y enfermeras. También señaló que la falta de medicamentos, combustible y suministros ha reducido los servicios a niveles «por debajo de lo mínimo requerido».
A pesar de la insostenible situación, Israel solo ha permitido recientemente el traslado de cinco pacientes graves a otros hospitales dentro del enclave.
Cifras Devastadoras
Desde el inicio de la ofensiva israelí hace más de un año, más de 44,900 personas han muerto, de las cuales el 70% son mujeres y niños, según cifras de fuentes sanitarias bajo administración de Hamás. Además, más de 106,620 personas han resultado heridas.
Las condiciones de vida de los desplazados empeoran debido a la proliferación de enfermedades contagiosas y la falta de atención médica adecuada en las tiendas de campaña donde muchos intentan sobrevivir. Los constantes bombardeos israelíes mantienen a la población en una situación de riesgo crítico, en muchas ocasiones incapaces de huir del lugar de los ataques.