En las últimas horas, los ataques israelíes en Gaza han cobrado la vida de al menos 66 palestinos, según informes locales. Uno de los ataques más devastadores ocurrió en el campo de refugiados de Nuseirat, donde un proyectil impactó una oficina de correos utilizada como refugio por civiles.
El ataque en Nuseirat resultó en la muerte de al menos 33 personas y dejó más de 80 heridos. Según Tel Aviv, el objetivo era un alto cargo de la Yihad Islámica, pero las autoridades gazatíes afirman que la mayoría de las víctimas eran civiles, incluidos mujeres y niños.
El gobierno del enclave ha denunciado que Israel tenía conocimiento de la presencia de numerosos bloques de viviendas en la zona atacada. Desde el inicio del conflicto, al menos 1.410 familias palestinas han sido completamente borradas del registro debido a la muerte de todos sus integrantes.
La situación se agrava con la suspensión de actividades de la ONG del chef José Andrés, tras la muerte de tres de sus trabajadores en un ataque. Esta organización había estado proporcionando ayuda vital en la región.
Nuseirat, uno de los campos de refugiados más antiguos de Gaza, ha sido objeto de bombardeos constantes. Originalmente creado para acoger a refugiados de la guerra de 1948, hoy es una densa zona urbana que alberga a desplazados de todo el enclave.
Además, dos ataques en el sur de Gaza mataron a 13 palestinos que formaban parte de un equipo de protección de camiones de ayuda humanitaria. El ejército israelí afirmó que se trataba de militantes de Hamás, mientras que organismos internacionales han denunciado que estas acciones están llevando a la población al borde de la hambruna.
La ONU ha destacado la grave situación de discapacidad en Gaza, con un alarmante número de niños amputados debido al conflicto. Desde el inicio de la guerra, más de 44.800 personas han perdido la vida bajo las bombas israelíes.
En respuesta a los ataques, el ejército israelí ha ordenado evacuaciones masivas en varios distritos de la ciudad de Gaza, lo que ha llevado a decenas de familias a buscar refugio en otras partes del enclave. Human Rights Watch informa que cerca del 90% de la población palestina ha sido desplazada internamente.
A pesar de los esfuerzos de mediación por parte de Egipto, Qatar y Estados Unidos, un acuerdo de alto al fuego sigue siendo esquivo. Sin embargo, recientes declaraciones de funcionarios estadounidenses sugieren que podría haber avances hacia un acuerdo, con Israel mostrando disposición a negociar y señales de movimiento por parte de Hamás.