El campamento de refugiados de Nuseirat, en el centro de Gaza, fue escenario de un devastador bombardeo israelí que dejó al menos 20 muertos, entre ellos seis niños. Según la agencia de noticias palestina Wafa, el ataque afectó gravemente a una vivienda de la familia Al Madi y causó daños en las casas vecinas del Bloque C del campamento.
Mahmud Basal, portavoz de la Defensa Civil de Gaza, informó que sus equipos recuperaron varios cadáveres, incluidos niños, y atendieron a numerosos heridos tras el ataque. La situación en Gaza sigue siendo crítica, con ataques continuos que agravan la ya precaria situación humanitaria.
Las autoridades sanitarias de Gaza reportaron que, en total, 63 personas fallecieron en la jornada debido a los ataques israelíes. De estas, 35 se encontraban en el norte de Gaza, una zona asediada que incluye las ciudades de Yabalia, Beit Lahia y Beit Hanoun.
Amnistía Internacional ha denunciado que Israel está cometiendo actos de genocidio contra la población palestina en Gaza y ha solicitado la intervención internacional para detener la violencia. Esta declaración resalta la gravedad de la situación y la necesidad urgente de una respuesta global.
En otro incidente, la artillería israelí mató a una joven en una tienda de campaña en Nuseirat. El Ejército de Israel no ha emitido comentarios sobre este ataque, alegando que necesita más información para investigar el incidente.
El conflicto en Gaza ha tenido un impacto devastador en los menores. Según el Ministerio de Sanidad del Gobierno de Hamás, más de 17.000 niños han muerto desde el inicio de la ofensiva israelí hace más de un año. Además, más de 35.000 niños viven sin uno o ambos padres debido a la violencia.
Desde el comienzo de la guerra en Gaza el 7 de octubre de 2023, se estima que 44.612 palestinos han muerto y otros 105.834 han resultado heridos por los bombardeos e incursiones terrestres del Ejército israelí, según el último recuento de las autoridades sanitarias de Gaza.
La ONU ha denunciado una «pandemia de discapacidades» en Gaza, destacando que la región tiene el mayor porcentaje de niños amputados del mundo. Esta alarmante situación subraya la magnitud de la crisis humanitaria y la necesidad de asistencia internacional.
Además, se estima que alrededor de 11.000 cadáveres permanecen bajo los escombros o en las carreteras, inaccesibles para los equipos de rescate debido al asedio continuo en el norte del enclave. Los equipos de Defensa Civil han estado inactivos durante más de 60 días debido a las restricciones impuestas por Israel.
La comunidad internacional enfrenta el desafío de abordar esta crisis humanitaria y buscar soluciones que pongan fin al ciclo de violencia y sufrimiento en Gaza. La intervención y el apoyo global son esenciales para aliviar el sufrimiento de la población civil y trabajar hacia una paz duradera.