Gaza se ha convertido en un símbolo de sufrimiento infantil, con el mayor número de niños amputados per cápita del mundo. Esta alarmante situación fue revelada por Philippe Lazzarini, jefe de la Agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), en el Día Internacional de las Personas con Discapacidad. La mayoría de estos menores han perdido extremidades y se someten a cirugías sin anestesia, una realidad desgarradora que refleja la falta de recursos médicos en la región.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que una de cada cuatro personas heridas en Gaza sufre lesiones graves, como amputaciones o daños en la médula espinal, requiriendo servicios de rehabilitación de por vida. Sin embargo, estos servicios son prácticamente inexistentes debido a la destrucción de la infraestructura sanitaria y el bloqueo del acceso a la ayuda humanitaria por parte del ejército israelí.
Según Lazzarini, la guerra ha desencadenado una ‘epidemia de lesiones traumáticas’ sin servicios de rehabilitación disponibles. De los 36 hospitales en la Franja, solo 17 operan parcialmente, enfrentando bombardeos constantes y la falta de suministros y personal médico.
En el primer aniversario del conflicto, expertos de la ONU advirtieron que las personas con discapacidad en Gaza enfrentan riesgos de protección insoportables, como la muerte y lesiones inevitables, debido a los ataques indiscriminados de las fuerzas israelíes. Estos ataques han destruido infraestructuras críticas, eliminando la posibilidad de recibir ayuda humanitaria.
El portavoz de UNICEF destacó que muchos niños en Gaza sufren enfermedades graves, incluyendo traumatismos craneoencefálicos, amputaciones, quemaduras, cáncer y desnutrición severa. A pesar de la capacidad de evacuar a estos niños, menos de uno al día es trasladado fuera del enclave, atrapados en una burocracia indiferente que agrava su sufrimiento.
Antes del 7 de octubre de 2023, una de cada cinco familias en Gaza tenía al menos una persona con discapacidad, y casi la mitad de ellas incluía a un niño. Los menores siguen siendo las principales víctimas de esta guerra, con miles de muertos, heridos y desaparecidos, la mayoría mujeres y niños.
Además, cerca del 90% de la infraestructura civil de Gaza ha sido destruida por los ataques israelíes, incluyendo hospitales que han sido objetivos directos del ejército. Esta devastación ha convertido a la Franja en un ‘cementerio y una carnicería de niños’, según UNICEF.
La comunidad internacional debe actuar con urgencia para proporcionar ayuda humanitaria y médica a Gaza, protegiendo a los más vulnerables y asegurando que los niños reciban la atención que necesitan para sobrevivir y prosperar.