La dimisión de Juan García-Gallardo como portavoz de Vox en las Cortes de Castilla y León ha sacudido los cimientos del partido y evidenciado las tensiones internas que atraviesa la formación. La renuncia del exvicepresidente autonómico no solo responde a discrepancias políticas, sino que también refleja un creciente desencuentro con la dirección nacional del partido, encabezada por Santiago Abascal. En el centro del conflicto, la expulsión de dos procuradores críticos y el debate sobre la alianza europea de Vox con el bloque de Giorgia Meloni han sido los catalizadores de esta crisis.
La renuncia de Juan García-Gallardo como portavoz de Vox en las Cortes de Castilla y León ha desatado una crisis interna en la formación liderada por Santiago Abascal. La dimisión, que se gestó el pasado viernes, coincide con la expulsión de dos procuradores del partido, quienes cuestionaban la falta de democracia interna y reclamaban el regreso de Vox a la familia europea de Giorgia Meloni, Fratelli d’Italia.
El detonante de la crisis fue la orden del vicepresidente nacional de Vox, Ignacio Garriga, de expulsar a Ana Rosa Hernando y Javier Bernardo Teira, procuradores en Castilla y León. Gallardo, quien inicialmente no se opuso a la directriz de Madrid, finalmente optó por dimitir ante la presión de la dirección nacional. Su renuncia estuvo acompañada de una carta en la que criticaba la falta de pluralidad y ética dentro del partido.
Desde la dirección de Vox se sostiene que la crisis se venía gestando desde la ruptura del pacto regional con el Partido Popular en Castilla y León. En ese contexto, se acusa a Gallardo de aislarse y de mantener un trato brusco con sus compañeros, lo que habría acentuado su distanciamiento con la cúpula del partido.
La situación llegó a su punto crítico cuando Gallardo se negó a firmar la expulsión de los procuradores díscolos, provocando la cancelación de su comparecencia ante los medios y precipitando su dimisión. Con esta decisión, la cúpula de Abascal enfrenta una nueva crisis que pone en entredicho la estabilidad de la formación y su liderazgo.