La situación política en Corea del Sur ha alcanzado un punto crítico después de que el Partido Demócrata (PD) y otras cinco formaciones opositoras presentaran una moción parlamentaria para destituir al presidente Yoon Suk-yeol. Este movimiento se produce tras la revocación de la ley marcial que el mandatario había declarado previamente, generando un clima de incertidumbre y tensión en el país.
Los diputados de la oposición han anunciado que decidirán la fecha de la votación de esta moción en los próximos días, con la posibilidad de que se lleve a cabo este viernes. Durante una rueda de prensa conjunta, los líderes de los seis partidos opositores expresaron su firme intención de avanzar con el proceso parlamentario que podría culminar en la suspensión del ejercicio del poder por parte de Yoon.
El Partido Demócrata denuncia una violación constitucional
El Partido Demócrata ha sido especialmente crítico con la decisión de Yoon de declarar la ley marcial, calificándola como una «clara violación de la Constitución». En un comunicado, el PD afirmó que el presidente no cumplió con los requisitos legales necesarios para implementar tal medida excepcional, lo que ha llevado a un aumento de la presión política y social en su contra.
Durante una reunión de emergencia, el PD anunció que iniciaría inmediatamente el proceso de destitución si Yoon no renunciaba voluntariamente. El partido considera que la declaración de la ley marcial constituye un «grave acto de rebelión» y una razón suficiente para un juicio político.
Protestas y huelgas en todo el país
La controversia ha desencadenado una ola de manifestaciones en Corea del Sur, con miles de personas saliendo a las calles para exigir la dimisión del presidente. Las imágenes de las protestas muestran la magnitud de la movilización ciudadana, con pancartas y consignas que reflejan el descontento generalizado.
Además, la Confederación Coreana de Sindicatos (KCTU), el mayor grupo sindical del país, ha anunciado una huelga indefinida hasta que Yoon asuma la responsabilidad de sus acciones y renuncie. Esta medida de presión se suma a la ya tensa situación política, aumentando la incertidumbre sobre el futuro del liderazgo en Corea del Sur.
Altos asesores del presidente, incluido su jefe de Gabinete, han ofrecido renunciar en masa, lo que refleja la creciente crisis dentro del gobierno. La situación actual plantea serias preguntas sobre la estabilidad política del país y el futuro de la administración de Yoon.
En conclusión, Corea del Sur se encuentra en un momento decisivo, con la oposición decidida a destituir al presidente Yoon Suk-yeol y una sociedad civil cada vez más activa en su demanda de cambios. La próxima votación de la moción de censura será un evento crucial que podría redefinir el panorama político del país.