Díaz-Flor ha levantado la voz contra la Confederación Hidrográfica del Sur, criticando su gestión sobre los embalses del Infierno y el Renegado. Según él, estas decisiones están afectando directamente a los piragüistas del Club Los Delfines, quienes dependen de estos cuerpos de agua para sus entrenamientos y competiciones.
La principal queja de Díaz-Flor radica en la falta de consideración hacia las necesidades de los deportistas locales. «Hay instituciones en este país que se creen que son virreyes», afirmó, sugiriendo que la Confederación actúa de manera autoritaria sin tener en cuenta el impacto de sus decisiones.
Los embalses del Infierno y el Renegado son cruciales para el desarrollo del piragüismo en la región. Sin embargo, las recientes políticas de gestión han limitado el acceso y uso de estos recursos, lo que ha generado un fuerte descontento entre los clubes deportivos.
Díaz-Flor no está solo en su crítica. Otros miembros de la comunidad deportiva también han expresado su preocupación. Argumentan que la falta de diálogo y transparencia por parte de la Confederación está poniendo en riesgo el futuro de los deportes acuáticos en la zona.
En respuesta, la Confederación Hidrográfica del Sur ha defendido sus acciones, argumentando que sus decisiones están basadas en criterios técnicos y de sostenibilidad. Sin embargo, esta postura no ha logrado calmar las aguas, y el debate sigue abierto.
La situación actual plantea una pregunta importante: ¿cómo equilibrar la gestión de recursos hídricos con las necesidades de las comunidades locales? Este dilema es especialmente relevante en áreas donde el deporte y el turismo dependen en gran medida de los cuerpos de agua disponibles.
Para Díaz-Flor y los piragüistas del Club Los Delfines, la solución pasa por un mayor diálogo y colaboración entre las partes involucradas. Solo así se podrá garantizar que las decisiones tomadas beneficien a todos los interesados, sin comprometer el desarrollo deportivo ni la sostenibilidad ambiental.
En conclusión, la gestión de los embalses del Infierno y el Renegado sigue siendo un tema de controversia. Mientras tanto, los piragüistas continúan luchando por su derecho a utilizar estos recursos vitales para su deporte.