La Fundación Cruz Blanca echó el martes 20 de agosto el cierra su VI edición de la Escuela de Verano llevada a cabo con el objetivo de «con el objetivo principal y la intención de ofrecer espacios de convivencia intercultural y de participación ciudadana» a menores «en situación de vulnerabilidad y riesgo de exclusión social «.
Según informa Cruz Blanca, más de 140 niños y niñas menores de 18 años se han beneficiado este año de la VI Escuela de Verano de la Fundación. En este sentido, se trata de un aumento de un tercio con respecto al volumen de menores con el que trabajaron el año anterior.
Asimismo, desde la entidad señalan que, como en ediciones anteriores, la Escuela se ha desarrollado en colaboración «con diversas entidades que trabajan directamente con colectivos en riesgo de exclusión procedentes de la barriada del Príncipe, Asociación Digmun, Centro de Menores ‘La Esperanza’, Centro de Menores ‘El Mediterráneo’ y el organismo SAMU». Además, desde la Fundación agradecen al resto de entidades que de una u otra forma han colaborado en el proyecto.
Organización y actividades de la Escuela de Verano de Cruz Blanca
Los 140 niños y niñas fueron divididos en cuatro grupos y las actividades se planificaron de acorde a las necesidades e intereses más notorios de cada uno de ellos. Así pues, Cruz Blanca destaca de las actividades desarrolladas en su Escuela de Verano los talleres de manualidades, cuentacuentos y cineforum; las visitas a la Granja Escuela de OBIMASA, al cuerpo de Policía Local y Nacional y al Parque de Bomberos; una yincana; un paseo en el Barco del Desnarigado; o días de convivencia en la playa o el Parque Marítimo.
No en vano, la finalidad de esta Escuela de Verano es ofrecer a estos menores la posibilidad de disfrutar de actividades de ocio, en un entorno de intercambio y enriquecimiento, a las que normalmente, debido a sus «circunstancias económicas, sociales y personales», no tienen acceso.
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