Esta pandemia ha hecho que muchas de nuestras rutinas varíen y también nos hemos tenido que acostumbrar a esos nuevos cambios en prácticamente todos los lugares a los que acudíamos «antes de».
Los centros de salud de Atención Primaria se han tenido que reinventar con controles de temperatura al acceder, puertas abiertas de par en par para dejar correr el aire, distancia social entre los usuarios y así un sinfín de cosas.
Pero a pesar de que la mascarilla ha cambiado nuestras vidas y que el personal que trabaja en centros de salud se ha visto superado por las circunstancias, hay actitudes y comportamientos que no deben verse modificados ni tampoco podemos justificarlos.
Nos han llegado muchas quejas de usuarios que acuden al centro de salud Otero por diferentes motivos pero que resumiendo se trata de falta de interés y empatía por parte del personal administrativo principalmente. Realmente la gestión no es óptima, ya que marean literalmente a los pacientes.
Y por poner un ejemplo, llegó un paciente con problemas cardiológicos aseverando que no podía pedir cita por la web ya que él no se sabía manejar con el teléfono, a lo que le respondió la persona que estaba detrás del mostrador: «usted tiene que pedir cita por teléfono o por internet». Él seguía insistiendo en que no sabía hacerlo y que no cogían el teléfono y esta persona le resumió rápidamente que ese no era su problema, dejándolo allí boquiabierto.
Por poner otro ejemplo, diremos que una paciente embarazada acudió para que le diesen su primera cita con el ginecólogo para comenzar a hacerle el seguimiento y entre unos y otros la estuvieron haciendo subir y bajar de una planta a otra haciendo de correveidile entre el médico y el administrativo, permaneciendo en el centro mucho más tiempo del necesario. Pero su odisea comenzó nada más llegar al centro ya que la esperaba alguien del personal de seguridad y le preguntaba en ese momento el porqué acudía y qué le pasaba. Ella se negó a ofrecerle información personal y privada médica a alguien al que no le compete hacer este tipo de preguntas, ya que no es personal médico ni es enfermero.
Actitudes así son vergonzosas, cuando una persona acude a un centro médico es porque lo necesita o se encuentra mal y el personal no puede ni debe pagar sus insatisfacciones personales con los usuarios, esto denota falta de profesionalidad y desgana.
La Ley de Protección de Datos es un derecho de todos y la información confidencial entre paciente y médico no debe ser vulnerada.
No se pretende culpabilizar al personal de seguridad ya que se trata de un trabajador que realiza las tareas que el propio centro obliga a que haga.
Desde Contigo Somos Democracia, solicitamos que toda aquella persona que acude al centro a pedir una cita, se le ofrezca ya que como hemos dicho al inicio, el teléfono suena pero nadie lo coge y que el personal se abstenga de hacer comentarios hirientes a enfermos. También pedimos que se agilice la gestión, ya que tenemos constancia de que este trato no se da en otros centros de la ciudad, por lo que se necesitan mejoras en este lugar como una ampliación en la plantilla.