Respecto a la situación reiterada de actos vandálicos que se están dando en la Ciudad, se deben tomar medidas conjuntas para paliar esta inseguridad ciudadana, donde el consistorio y Delegación del Gobierno tienen la obligación de aunar esfuerzos y recursos, dejando a un lado viejos egos personales e ideologías de cada partido político, demostrando a los que les votaron que no se equivocaron a la hora de delegar en ellos.
No debemos olvidar el proceso de descentralización de las Administraciones públicas, con la creación de 17 comunidades autónomas y dos ciudades autónomas; genera numerosas tensiones y dificultades funcionales y organizacionales, este contexto de descentralización viene exigiendo una renovación institucional de la Administración pública, con órganos y organismos más próximos a los ciudadanos, que sean agiles y no dupliquen sus servicios con otras u otros organismos, por lo que hasta que esto suceda hay que tener claro que la seguridad ciudadana es competencia tanto de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, como de las Policías locales y autonómicas.
Para conseguir este fin de dar un servicio de calidad en seguridad, Carbonell responsable territorial de Expansión de Contigo Somos Democracia Ceuta, pide voluntad política, visión y consenso. La función pública de la Administración debe estar libre de ataduras políticas para que realmente pueda servir a los intereses de los ciudadanos y la sociedad, no de los propios partidos políticos.
Desde este convencimiento político Contigo Somos Democracia Ceuta, propone la participación y colaboración de todas las formaciones, porque hay mucho en juego y no hay nada más relevante en el futuro y presente de nuestra ciudad que contar con una Administración pública que goce de buena salud así como la transparencia en su gestión. Es de interés general que así sea tanto para los funcionarios, los propios políticos, pero sobre todo, para el conjunto de los ciudadanos.
Carbonell continúa diciendo que una sociedad avanzada y democrática no puede prescindir de una Administración pública que sea ágil y capaz de gestionar con eficacia, eficiencia y transparencia. Nos encontramos en un entorno volátil, cambiante y no siempre la Administración sabe adaptarse a ese ritmo, por ello es necesario cambiar enfoques, estructuras y prácticas propias de los años venideros.