Desde CSIF el sindicato más representativo de las Administraciones Públicas y con presencia creciente en la privada, condena la agresión a una enfermera en el HUCE.
Nuevamente se sucede una agresión en el HUCE, a personal sanitario, habitualmente suelen ser enfermeras y del servicio de urgencias ya que son la primera cara que se ve al entrar al hospital.
El personal de urgencias reclama falta de seguridad en el servicio, así como el resto de personal sanitario de las diferentes unidades, se materializan continuas agresiones, principalmente verbales y amenazas, hasta en ocasiones robos en las consultas mientras realizan su proceso asistencial.
Hay que recordar que los servicios de urgencias, a través del sistema de Triaje, se rigen por la gravedad del paciente no por el orden de llegada, para eso los profesionales categorizan el nivel de urgencias por el que ha llegado el paciente a urgencias, de hecho cuando es una emergencia el paciente pasa directamente a la zona de críticos.
Es cierto que existe un botón rojo dentro de la zona de Triaje, para alertar a seguridad, pero puede ser que te de tiempo o no a pulsarlo y no recibir la ayuda.
El personal de seguridad de urgencias se encuentra detrás de una puerta situada después de la puerta principal y que está cerrada, se reclama que su presencia sea en la puerta del hospital, entre otras cosas para que sean más visible y puedan actuar con celeridad en el momento del incidente en la zona de Triaje que es donde se suelen producir la mayoría de los conflictos por parte de los usuarios.
La enfermera que se encontraba haciendo el Triaje, realizando en ese momento el control de constantes, se vio vulnerada por el familiar que acompañaba a la afectada, que había sido llevada en ambulancia a urgencias, las faltas de respeto e insultos de» asesina y matasano», se encadenaban uno tras otro, incluso amenazas de te estoy grabando y saldrás en todas las redes, teniendo que llamar a seguridad, tras la situación creada por el acompañante de la paciente.
Con la era digital la grabación de imágenes y audios está en auge, hay que recordar que se vulneran los derechos de intimidad al paciente, además de la de los profesionales que desarrollan su actividad, la grabación y difusión está condenada por la justicia española.
El personal del servicio de urgencias se encuentra vulnerado por la falta de intimidad y privacidad, a parte necesidad de más seguridad, también se reclama la falta de espacios adecuados, dentro del servicio de urgencias, que aseguren más protección e intimidad en el desarrollo de su trabajo diario. Estas situaciones se suceden en el día a día, y los profesionales tienen que soportar, en ocasiones vejaciones y amenazas, por parte de algunos usuarios.
CSIF reclama que no sólo hay que condenar estas desafortunadas situaciones, sino que hay que ponerle solución por parte de INGESA y buscar soluciones ante estas incidentes que se repiten una y otra vez. Y a la vista está que no cesan. Queremos que los profesionales de la salud se encuentren protegidos y confortables para el desarrollo de su trabajo.