Los representantes del CSIF de los trabajadores de la Administración General del Estado se reunieron ayer con la Delegada del Gobierno en Ceuta, Salvadora Mateos. Consideran que la prisión es un «caos» y que «afecta la seguridad de trabajadores e internos».
Han salido con la promesa de Mateos de intentar hacer todo lo posible para aumentar el personal de la prisión, pero el comunicado que han hecho llegar a los medios denota enfado e indignación por una situación que se alarga pese a las continuas reuniones y reivindicaciones públicas. Desde el sindicato entienden que la prisión de Los Rosales se tenía que cerrar urgentemente, pero «ha pasado ya un año y medio […] y nadie hace nada por arreglarlo».
Entre otras cosas, el departamento de «Régimen Cerrado«, el que se utiliza para castigar de forma más cruel a los condenados, está cerrado. Y esto provoca que internos en diferentes grados, y por tanto, en situaciones vitales muy diferentes, estén en los mismos espacios, con la conflictividad consecuente. Y aún así, el CSIF considera que la administración ha reconocido «la situación anómala» pero que sigue sin hacer nada.