La Central Sindical Independiente y de Funcionarios sindicato más representativo de las Administraciones públicas y con presencia creciente en el sector privado denunció el día de ayer ante la Inspección de trabajo lo que lleva años tratando de conseguir por la vía de la negociación.
Desde CSIF y a través de nuestro Delegado, hemos tratado de hacer ver a la Gerencia del OAST la suma importancia de ajustarse a lo que de obligado cumplimiento dicta la norma. De lo contrario de está poniendo en riesgo a los empleados públicos , y por ende a la ciudadanía.
La paciencia de los trabajadores tiene un límite, al igual que los plazos lógicos que se han ido ofreciendo a la gerencia para gestionar los cambios necesarios.
Dadas las adversas situaciones económicas por las que ha ido pasando la administración, es entonces cuando «transcurridos años» se descubre que lo prometido desde la gerencia no eran más que engaños para salir al paso, y jamas dignificar la situación pintoresca que allí se daba lugar.
Trabajadores apiñados sin guardar distancias de seguridad mínimas necesarias que dictan leyes y reales decretos, además de los planes de emergencia y evacuación.
Mantener esta situación es una falta de respeto al trabajador, es por ello que no cederemos ni un minuto más en defensa del empleado público.
No se pretende otra cosa a que la legalidad sea la única tonica habitual, y no lo que le plazca al cargo político, como viene haciendo el Gerente este tiempo.
Se llega a esta situación tras luchar por activa y por pasiva, y a través de advertencias verbales y escritas que se estan vulnerando reiteradamente el RD. 486/1997, por el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo, además de la Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales.
Se ha informado a la Inspección de Trabajo con el fin de que intervenga y se dejen de vulnerar los derechos de los trabajadores de una vez por todas, antes de tener que lamentar males mayores.