El sindicato solicita que la baja como enfermedad laboral cuente desde el primer día de aislamiento domiciliario, independientemente del diagnóstico. También reclama mascarillas FFP2 para los profesionales en contacto directo con pacientes.
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) reclama que la baja por Incapacidad Temporal (IT) de los profesionales del Servicio Aragonés de Salud en aislamiento por sospecha o contacto de COVID se considere enfermedad profesional desde el primer día de aislamiento. Actualmente a los profesionales que tienen que permanecer en aislamiento domiciliario (por presentar síntomas o por haber estado en contacto con pacientes COVID) se les tramita la IT como enfermedad común hasta que reciben el resultado de la PCR.
Si esta es negativa, continúan en aislamiento y de baja, como enfermedad común. Si el resultado es positivo, se tramita su incapacidad temporal como enfermedad profesional, pero solo desde la fecha del diagnóstico, no desde el inicio del aislamiento. Los trabajadores pierden derechos y dinero con la IT tramitada como enfermedad común y no como enfermedad profesional.
Por ello, CSIF Sanidad en Aragón ha presentado esta semana una reclamación al Salud para que tenga en cuenta esta situación e inste a la MAZ (quien tramita las bajas de estos profesionales) a considerar la IT como enfermedad profesional desde el primer día.
“Los profesionales del Servicio Aragonés de Salud están haciendo un sobreesfuerzo desde el principio de la pandemia en marzo para atender a los ciudadanos, mientras ven mermados sus derechos”, afirman desde el sindicato CSIF. Este perjuicio por la tramitación de las bajas afecta cada vez a más profesionales. Según los últimos datos ofrecidos por el Salud el pasado viernes, 536 trabajadores del Servicio Aragonés de Salud están de baja en aislamiento domiciliario (diagnosticados, tanto positivos como negativos, o a la espera de resultados). La semana anterior eran 483.
Además, CSIF también ha solicitado al Salud que modifique la evaluación de riesgo en esta fase de transición de la pandemia para dotar de mascarillas FFP2 a los profesionales de todos los centros sanitarios en contacto directo con pacientes y acompañantes.
Estamos observando un elevado número de contactos y contagios, que suponen aislamiento temporal, por el uso de mascarillas quirúrgicas en las zonas de hospitalización y urgencias de los centros sanitarios. Actualmente, dada la alta transmisión en nuestra comunidad, no podemos asegurar que los pacientes que accedan a los centros sanitarios no sean COVID positivo. Por eso reclamamos que se cambien los protocolos y se dote a los profesionales de mascarillas FFP2, que protegen de la inhalación de agentes patógenos.