El índice de criminalidad que aglutina los datos de los delitos cometidos cada año no sale a la luz hasta diciembre, sin embargo a mitad de año ya se puede hacer balance de cómo se van desarrollando los mismos. Efectivamente, este índice va a crecer en este 2021 en comparación con el de 2020, pero no se debe a la crisis migratoria si no al fin del estado de alarma. La mayoría de los delitos que están cometiendo las personas migrantes, de origen marroquí en su mayoría, que llegaron a Ceuta los pasados 17 y 18 de mayo, están muy determinados: peleas y pequeñas reyertas entre los propios migrantes y algunos hurtos. De hecho, son varios los jóvenes y menores migrantes que han sido atacados por ciudadanos ceutíes. Organizaciones como CEAR, No Name Kitchen o Andalucía y Ceuta Acoge han mostrado su preocupación por la difusión de bulos y noticias falsas criminalizando a este colectivo
El índice de criminalidad conocido en diciembre de 2020 mostraba un brusco descenso en los delitos producidos en Ceuta, exactamente había bajado más de un 20% en relación al año 2019. Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, que elaboran estas estadísticas achacaban el descenso al confinamiento y a las fuertes medidas de control de movimientos y horarios derivadas del estado de alarma decretado por la pandemia del coronavirus.
Con la finalización del estado de alarma en todo el territorio, y pese a que las autoridades locales mantienen algunas restricciones, las de movimiento y horario han desaparecido, y con ello se ha producido un aumento de los delitos cometidos en Ceuta; tal y como han asegurado algunas fuentes policiales a este medio.
Sin embargo, afirmar que los delitos están relacionados con la población migrante es algo peligroso, tal y como advierten las autoridades y organizaciones; ya que no hay datos que sustenten esas afirmaciones y las últimas detenciones y robos con violencia conocidos en los medios de comunicación han sido cometidos por ceutíes.
Según estas mismas fuentes policiales, la mayoría de los delitos que están cometiendo las personas migrantes, de origen marroquí en su mayoría, que llegaron a Ceuta los pasados 17 y 18 de mayo, están muy determinados: peleas y pequeñas reyertas entre los propios migrantes y algunos hurtos. «Veníamos de una situación con una criminalidad muy baja, es cierto que los delitos han aumentado, pero no se pueden relacionar con la llegada de inmigrantes hasta el momento, aunque la sensación de inseguridad que tiene la población es real», apuntan estas fuentes.
Bulos sobre la criminalidad de los migrantes
De hecho, son varios los jóvenes y menores migrantes que han sido atacados por ciudadanos ceutíes, uno de ellos ha sido detenido por la Policía Nacional como presunto autor de disparar a un migrante con una carabina de aire comprimido.
Los bulos sobre la criminalidad del colectivo marroquí que protagonizó la entrada de miles de personas a través del perímetro fronterizo que separa Marruecos de España no han cesado. Sin embargo, fuentes de toda solvencia que aseguran que los marroquíes que han entrado a Ceuta de manera irregular «no están delinquiendo más que los ciudadanos de Ceuta, y sin embargo sí están siendo víctimas de ataques indiscriminados por parte de ceutíes», tal y como ya se ha señalado.
Las organizaciones de Derechos Humanos advierten de la peligrosidad de lanzar bulos y noticias falsas en medios de comunicación, la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) asegura que «a través de datos inventados, desinformaciones o medias verdades se alimenta el discurso de odio principalmente en las redes sociales, pero también en medios de comunicación», advierten. «La discriminación racial y étnica es una de las más peligrosas y letales, y como desgraciadamente se ha podido comprobar recientemente, puede propagarse sin control y sin sentido estigmatizando incluso a aquellas personas que les tocó sufrir primero las consecuencias de este virus hasta ahora desconocido» recuerdan desde la entidad.
Peligros de la criminalización de este colectivo
Por su parte, la No Name Kitchen y Andalucía y Ceuta Acoge, han expresado a El Foro de Ceuta su preocupación por la criminalización del colectivo migrante que llegó a Ceuta hace unas semanas.
La No Name Kitchen asegura que esta criminalización «reproduce y alimenta discursos, prejuicios y estereotipos que están profundamente enraizados en nuestras sociedades». Desde la organización de Derechos Humanos explican que «una vez más somos testigos de cómo, desde parte de la opinión pública, existe una enorme preocupación, por la “ola de crímenes” que acontecen a la ciudad de Ceuta. Sin negar la veracidad de estos hechos, invitamos a la sociedad civil a repensar la manera en la que tratamos estas cuestiones, y en las consecuencias tan negativas que supone el criminalizar a un colectivo tan grande y tan diverso como es el colectivo migrante«. Además, la organización recuerda que «estas personas actualmente se encuentran en una situación de vulnerabilidad extrema. Viven en condiciones inhumanas y con una gran incertidumbre, esperando respuestas suficientes por parte de las administraciones competentes».
Andalucía y Ceuta Acoge también han apuntado a la peligrosidad de este discurso «porque se generaliza y a su vez se fomenta el discurso de odio y la discriminación, además de incrementar la situación de vulnerabilidad». Además, valoran que «teniendo en cuenta el número de personas que han entrado se han producido hechos aislados. En un primer momento es comprensible la intranquilidad ciudadana por la incertidumbre de lo ocurrido, pero no se debe señalar a ningún colectivo, sino condenar la violencia en cualquiera de sus formas hacia cualquier persona independientemente de su origen».
Desde la No Name Kitchen se pide a la sociedad civil que «mantengan una mirada crítica a la hora de analizar y pensar los acontecimientos ocurridos durante estas últimas semanas. Una mirada que intente comprender la complejidad del fenómeno migratorio, donde no todo es blanco o negro, donde no hay buenos ni malos, y donde debe primar la dignidad de todas las personas».