Por Lucía Cortés
Ha sido impulsado por la plataforma DigitalFems con el objetivo de visibilizar las violencias machistas en nuestra sociedad y luchar contra la desinformación y los bulos en este ámbito. La web cuenta también con un repositorio de datos, GenderDataLab, donde se puede acceder a los archivos con información desagregada. Por el momento recogen los datos publicados entre 2015 y 2019 por diversas fuentes gubernamentales. Éstas son principalmente el Consejo General del Poder Judicial y el Ministerio del Interior.
Además la web permite una comparación geográfica por provincias y comunidades autónomas e incluye los datos de denuncias de violencia machista por cada 1.000 mujeres. El laboratorio monitorizará indicadores relativos a los datos de denuncias, delitos, agresores y sentencias según otros parámetros, además de la ubicación geográfica, como la nacionalidad de los agresores.
También han puesto en marcha una recogida de firmas para pedir a las administraciones más datos de los delitos cometidos contra las mujeres. Para hacer este trabajo de visibilización de la dimensión de las violencias machistas, Datos contra el ruido aúna las tecnologías de análisis de datos con la conceptualización de un grupo de juristas que desenmaraña la terminología jurídica.
La iniciativa nació a raíz de la experiencia de la fundadora, Thais Ruiz de Alda, coordinadora del proyecto y directora de DigitalFems. “Estaba buscando datos para dar respuesta a una serie de comentarios online y el hecho de no encontrar por ningún lado la información relativa a datos vinculados a las violencias machistas nos hizo plantearnos levantar un proyecto de estas características” nos ha contado.
El proyecto se presenta un año después, tras un proceso de crownfunding a través de la plataforma Goteo que ha supuesto más del 70% de su financiación, según ha señalado la propia Ruíz de Alda. Para ella, el big data “aporta objetividad porque es ciencia de datos. Hay temas de los que todo el mundo puede opinar, como el fútbol, pero otros que son irrefutables”. “Hoy hay ideologías que están negando o diciendo mentiras directamente. Necesitamos ciencia para avalar que lo que estamos diciendo no es una opinión subjetiva sino que es objetiva. Esto es lo que aporta el big data; no hay trampa ni cartón”.