Llegan las 21:30 horas, queda media hora para que sea el toque de queda durante el estado de alarma decretado por la pandemia del coronavirus. Ceuta está atravesando su tercera ola y los datos que se registran de número de contagios y ocupación hospitalaria no son halagüeños. Salimos de patrulla con dos equipos de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) de la Policía Nacional de Ceuta durante una noche cualquiera, en la que los agentes levantan 65 actas, de las cuales 25 son de armas blancas o drogas y 40 por incumplimiento del toque de queda y no llevar mascarilla
La UPR es una unidad destinada a la prevención, mantenimiento y, en su caso, restablecimiento del orden y la seguridad ciudadana y esta noche nos esperan en la Comisaría para preparar los equipos y organizar el trabajo. Tenemos por delante unas horas acompañando a los equipos Omega 11 y Omega 21 por las distintas barriadas de Ceuta para controlar que la ciudadanía cumpla con el estado de alarma y las medidas de contención de la Covid-19.
Tras distribuir el trabajo, las diferentes unidades se dirigen a sus destinos, nosotros nos vamos con Arturo Campillo, subinspector de la UPR y con Gema Martín, la responsable del gabinete de prensa de la Policía Nacional, hasta el primer control establecido por el Omega 11 en los Rosales. Son las 21:55 horas, en el momento de la realización de este reportaje, todavía no había aumentado hasta las 23:00 horas, y la calle sigue completamente llena de coches y transeúntes, según nos explican los agentes, muchos se dirigen a sus casas y otros tantos salen de trabajar, y aunque es una noche tranquila, durante el primer control se realizan 35 propuestas de sanción y se decomisan un par de cuchillos, un punzón y una barra de hierro.
El toque de queda ya está en vigor, y el control se prolonga hasta pasadas las 22:30 horas sin registrar ningún incidente reseñable. Cuando el flujo de coches desciende considerablemente, nos dirigimos a recorrer las calles de Poblado Legionario y Poblado de Sanidad, donde parece que puede haber algún grupo de jóvenes escondidos en el descampado, sin cumplir con el horario establecido por el Gobierno local para contener al virus.
Ya es noche cerrada, y patrullamos a pie por una colina, completamente a oscuras, hasta llegar por la parte trasera a la barriada. Esta vez acompañamos a Omega 11 para encontrarnos con la otra unidad en las callejuelas que posteriormente recorremos a pie. Por ahora todo está tranquilo y los ceutíes muestran su responsabilidad con las normas impuestas dentro del estado de alarma.
Patrulla a pie por El Príncipe
Una vez recorrida la barriada, ponemos rumbo al Príncipe, considerado como uno de los barrios más peligrosos de Europa, algo que no debería sorprender a nadie por el proceso de guetización que ha sufrido la barriada durante los últimos 30 años, donde las tasas de desempleo y el entorno de pobreza severa son la tónica general para muchos de sus habitantes.
Ya en Puente Quemadero, el Subinspector Campillo y la agente Martín colocan las rejas del vehículo para evitar una rotura de lunas en caso de que les lancen piedras, «es algo habitual en esta zona» asegura en tono muy tranquilo el Subinspector de la UPR. Un nuevo control en el que sólo se hacen tres propuestas de sanción por incumplimiento del toque de queda.
Entramos al Príncipe a pie por Carpintería, donde durante unos metros no hay asfaltado ni luminarias públicas, el subinspector nos explica que lo hacen habitualmente, «todas las noches, en ningún caso dejamos de estar patrullando este barrio, los vecinos están acostumbrados a vernos».
El Príncipe se caracteriza por sus calles angostas, que impiden el paso a los vehículos de protección, no solo a los policiales sino a bomberos y ambulancias; además la falta de iluminación o las escaleras hacen complicada la vida para las personas con movilidad reducida y ayuda a los delincuentes a zafarse de los controles policiales con mayor facilidad.
Patrullamos por las estrechas calles del Príncipe durante un par de horas, los agentes van a buen ritmo y nos recomiendan que nos peguemos a las paredes para evitar ser atacados con piedras u otros objetos desde las ventanas, hecho, que puede parecer común, pero de lo que no fuimos testigos en ningún momento.
Nos encontramos con el equipo de Omega 11 en la plazoleta del Príncipe, que se encuentra en obras para convertirla en una plaza del SXXI adaptada para personas mayores e infancia tras la retirada de los contenedores de basura por los últimos altercados sufridos por los operarios de la empresa de limpieza en ese “punto crítico”.
Son casi las 02:00 horas de la madrugada, y allí nos muestran un cuchillo que han requisado en un local que estaba abierto y donde además de vender refrescos o chucherías, servían hachís. También explican que dos jóvenes se han escapado corriendo y uno en moto y que han tenido que disolver un grupo que estaba incumpliendo con las normas del estado de alarma, pero que no ha habido ningún altercado grave y que los dueños del local han echado la persiana sin mostrar resistencia alguna.
Tras una noche, relativamente tranquila, la UPR ha interpuesto 65 actas, de las cuales 25 son de armas blancas o drogas y 40 por incumplimiento del toque de queda y no llevar mascarilla.
Ceuta registra un bajo índice de criminalidad
La pandemia del coronavirus ha marcado también el índice de criminalidad que recoge cada año el Ministerio del Interior. Según los datos aportados por Interior, en el año 2020 las infracciones penales en Ceuta descendieron un 22,8%, registrando un descenso generalizado, excepto en lo delitos graves y menos graves de lesiones y riña tumultuaria, los delitos contra la libertad e indemnidad sexual, robos con fuerza en domicilios, establecimientos y otras instalaciones.
Según los datos registrados por los diferentes cuerpos policiales, durante el año 2020 las infracciones penales han sumado un total de 1.773.366 hechos, lo que constituye un descenso del 19,4% con respecto al mismo periodo del año 2019, cuya cifra ascendió a 2.199.475. En el caso de Ceuta, este descenso ha sido aún mayor, alcanzando hasta el 22,8%, registrando 3.665 hechos penales en 2020.
El paso del coronavirus se ha hecho notar también en los delitos cometidos por los españoles, en general y los y las ceutíes en particular, provocando un descenso generalizado en todos los delitos. Según explica el Informe, “buena parte de dicho descenso está íntimamente correlacionado con las circunstancias derivadas de la entrada en vigor del Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo, por el que se declaró el estado de alarma para la gestión de la situación de la crisis sanitaria ocasionada por la COVID-19, y que estuvo vigente hasta el día 21 de junio, así como con el resto de medidas adoptadas por las administraciones para hacer frente situación sanitaria”.
En lo relativo a Ceuta, El descenso se ha producido en la gran mayoría de los tipos penales, como los homicidios dolosos y asesinatos consumados (-50%); los homicidios dolosos y asesinatos en grado de tentativa (-68,8%); el secuestro (-100%); los robos con violencia o intimidación (-14,3%) de los cuales robos con fuerza en domicilios (-11,9%); los hurtos (-42,2%); las sustracciones de vehículos (-50%), el tráfico de drogas (-25,9%) y el resto de infracciones penales (-18,8%).
Como excepción a dicho comportamiento, se produjo un incremento en los delitos graves y menos graves de lesiones y riña tumultuaria (72%) en relación al año 2019; en el conjunto de los delitos contra la libertad e indemnidad sexual (65,2%), de los cuales las agresiones sexuales con penetración no aumentaron y se quedaron con el registro de 2 casos, y el resto de delitos contra la libertad e indemnidad sexual, con un incremento del 71,4%; robos con fuerza en domicilios, establecimientos y otras instalaciones (19%).
Situación epidemiológica
Ceuta se mantiene en riesgo muy alto en la incidencia acumulada en los últimos 14 días se eleva a 260,68 casos confirmados, siendo el umbral del riesgo extremo en esta categoría de 250 casos por cada 100.000 habitantes.
La presión hospitalaria también ha ido en aumento en los últimos días llegando a dejar cifras de más de 30 personas ingresadas en el hospital, un tercio de las mismas, además, ingresadas en la UCI. De hecho, en estos últimos 14 días han sido seis los fallecimientos a causa del coronavirus que, lamentablemente, han notificado las autoridades sanitarias locales y que elevan la cifra de víctimas mortales de la covid-19 en Ceuta a 93.