El refranero español es muy rico y retrata como nadie la idiosincrasia de algunos de nuestros personajes o personajillos más ilustres.
Cuando utilizamos comúnmente este refrán “de tal palo tal astilla” siempre queremos referirnos a que el carácter y las costumbres se transmiten de padres a hijos, o lo que es lo mismo, se emplea para referirse a las personas que imitan o adquieren algunas características o cualidades de sus padres o del entorno en el cual crecen o se crían.
Se cree que el origen de esta expresión proviene del latín. En ese idioma se leía “Qualis pater, talis filius”, o sea, “Cual es el padre, tal es el hijo”
Seguramente todos conocemos muchos casos en los que los hijos han heredado muchas características genéticas del comportamiento, gustos, maneras y rasgos físicos de sus padres y de sus abuelos.
Unas veces esta herencia es muy positiva, pero hay otras muchas ocasiones en las que la herencia acentúa graves defectos que se agrandan en las “astillas futuras”.
No cabe duda de que la herencia biológica permite que una célula u organismo está predispuesta a adquirir las características de sus progenitores. Estas características pueden transmitirse a la generación siguiente o dar un salto y aparecer dos o más generaciones después.
En Ceuta, tan pequeña y en la que todos nos conocemos, quien no ha dicho en repetidas ocasiones: “Es igualito que su puñetero padre”, al referirnos a algún conocido del que hemos tenido la oportunidad de conocer a sus ascendientes e incluso a saber de sus ancestros.
Pues para poder conocer mejor a uno de los personajillos que pululan por nuestras calles y nuestras instituciones, vamos a retroceder más de cien años y así poder recabar información del origen de los altos vuelos que el citado personaje, que se cree por encima del bien y del mal, suele demostrar en su quehacer diario.
Nos trasladamos al Toledo de 1898 en el que nace un futuro militar golpista, que pasará a formar parte de la historia más negra de nuestro país. Su padre, militar de alta graduación, al parecer influye en su amor por el ejército y consigue que ingrese en la Academia a la edad de catorce años, teniendo entre sus compañeros al hermano del futuro dictador del que fue gran colaborador.
Con tan sólo 17 años recibió el despacho de segundo teniente y fue destinado a Zaragoza. Tras más de dos años en otros destinos, recabó en Ceuta en el Regimiento de Infantería Serrallo Nº 69 y dos meses después pasó al Grupo de Fuerzas Regulares Indígenas de Tetuán Nº 1 donde coincidió con el general Sanjurjo. En marzo de 1920 se incorporó a la Mehala Jalifiana en cuyo seno resultó herido menos grave y fue trasladado al Hospital Militar de Ceuta, completando su convalecencia en Madrid.
Después de tres años en la capital fue ascendido a capitán y después de unos meses por Cataluña volvió a ser destinado al Grupo de Regulares de Tetuán.
Una nueva herida de guerra le llevó de nuevo a Madrid, donde estando hospitalizado recibió la noticia del ascenso a comandante.
En 1926 es de nuevo destinado a Tetuán y al año siguiente a Larache. Un hecho reseñable es que en 1931, estando destinado en la Escuela Central de Tiro, prometió por su honor ser leal a la República, obedecer sus leyes y defenderla con las armas, promesa que incumpliría en julio de 1936.
En 1933 contrae matrimonio en Ceuta con María Dolores Molina González, con la que tendría siete hijos.
En 1936, como ya hemos dicho, nada más conocer el levantamiento contra el gobierno de la República, se dirigió a Pamplona para ponerse a las órdenes del general Mola.
Tras diferentes intervenciones importantes en la Guerra Civil, con la llegada de la victoria los sublevados, marchó a Alemania para ser condecorado por Hitler.
En 1942 fue promovido al empleo de general de división y nombrado Jefe del Estado Mayor Central. Tras una actividad frenética en los años que ejerció la citada jefatura, fue ascendido a teniente general en 1947.
Franco le nombró consejero nacional de Falange Española Tradicionalista y las JONS en 1949.
En 1950 fue nombrado capitán general de la VII Región Militar, donde se mantuvo hasta el fallecimiento en 1951 del general Varela, lo que condicionó su nombramiento como alto comisario y jefe de las Fuerzas Militares de Marruecos.
Desde ese puesto y debido a los muchos reconocimientos que recibió por parte de los marroquíes, llegó al convencimiento y así se lo transmitió al propio Franco de que la zona norte del Protectorado no aspiraba a la independencia, lo que provocó su cese tras culparle Franco de la conflictividad en zona que provocó la independencia de Marruecos.
Hasta el final de su vida pasó por diferentes cargos e incluso fue cortejado por diferentes asociaciones pseudopolíticas e hizo declaraciones a favor de D. Juan de Borbón. Sin embargo, en 1969, en el Pleno de las Cortes que refrendó el nombramiento de D. Juan Carlos de Borbón como príncipe de España, fue uno de los ocho procuradores que votaron en contra.
No dejáis ni a los muertos en Paz. Como empecemos a hablar del súper capi, de la carita de ex dirigentes de partidos en los niños que corretean por la ciudad… Ay paleto paleto en la que te estás metiendo.