El presidente del Senado, Pedro Rollán, ha enviado una carta a su homóloga en el Congreso, Francina Armengol, solicitando que se reconsidere la reciente decisión de validar una reforma legal que afecta a los presos de ETA. Esta reforma permite la convalidación de penas cumplidas en Francia, lo que ha sido motivo de controversia política.
Rollán ha calificado la respuesta del Congreso como frívola e inconsistente, argumentando que se trata de un asunto de gran trascendencia para el sistema político español. En su carta, insta a Armengol a esperar el pronunciamiento del Tribunal Constitucional antes de proceder con la aprobación definitiva de la ley.
La polémica surgió después de que la Mesa del Congreso rechazara el veto del Senado y diera por validada la modificación de la ley orgánica 7/2014, basándose en un informe verbal del letrado mayor de la Cámara Baja, Fernando Galindo. Esta decisión permitió que la norma fuera enviada al BOE para su publicación y aprobación final.
Argumentos jurídicos en disputa
Rollán ha expresado su desacuerdo con los argumentos jurídicos presentados por el Congreso para validar la ley. Según él, se ha cumplido con el artículo 90.3 de la Constitución, que otorga 20 días al Senado para tramitar proyectos de ley urgentes, y el artículo 90.2, que regula la presentación de vetos.
Además, Rollán ha manifestado su sorpresa por la celeridad con la que el Congreso tomó esta decisión, sin incluir el asunto en el orden del día y habiendo recibido los oficios del Senado apenas unas horas antes.
Reacciones políticas
La decisión del Congreso de enviar la ley al BOE ha sido respaldada por el PSOE y Sumar, quienes consideran innecesario un nuevo debate o votación en el pleno del Congreso. Sin embargo, esta postura ha sido criticada por el PP, que insiste en la necesidad de respetar el veto del Senado y esperar el fallo del Tribunal Constitucional.
Este conflicto entre el Senado y el Congreso refleja las tensiones políticas actuales en España, donde las decisiones legislativas pueden tener implicaciones significativas para el sistema judicial y la política de seguridad.
En conclusión, el llamado del Senado a reconsiderar la reforma de convalidación de penas pone de manifiesto la complejidad de los procesos legislativos y la importancia de un diálogo continuo entre las diferentes instituciones del Estado.