El debate en Radio Televisión de Ceuta (RTVCE) ha marcado el final de la campaña electoral más corta de la democracia del estado español. El formato escogido ha sido la quinta planta del Hotel Puerta de África, poniendo a los y las cabezas de candidatura en una línea recta
Las persianas de la publicidad electoral están bajadas. El último mensaje en Ceuta llega mediante el debate en la pública. Cinco partidos tienen el paraguas de una cúpula nacional con excepción del MDyC. La experiencia, los nervios y la convicción han sido claves a la hora de intentar convencer a quienes puedan estar indecisos/as, que a nivel estatal se calcula que podría ser un tercio del electorado.
Guillermo Martínez (PP) y Fatima Hamed (MDyC) son las personas que demuestran más seguridad en sus palabras y en sus gestos. Los años de oratoria les dan una ventaja respecto al resto. Ramón Rodríguez y Pepe Simón muestran más confianza que en el debate de abril. Pesan las campañas, aunque el de Unidas Podemos se ha balanceado demasiado mientras hablaba, así como Pepe Simón ha abusado de la lectura. Al socialista es a quien se le ha cortado más el turno de palabra, nada sorprendente teniendo en cuenta que es el rival a batir.
No tanto como Teresa López, que con excepción de las breves contestaciones a los ataques de los adversarios, ha alzado aún en menos ocasiones los ojos del papel. Aun así, ha sabido encontrar en sus apuntes las contestaciones a los gestos y comentarios de los y las rivales. El otro novato en este tipo de debates, Javier Hermoso, se ha mostrado tímido pero con actitud. En ocho días ha conseguido manejar bien las propuestas de su partido, aunque también leyendo. Al del partido de Rivera no le ha ayudado que le haya tocado un lateral del plató.
Por último, el y la periodista de RTVCE, han sabido moderar con agilidad y rectitud un debate a seis. Los tiempos han sido repartidos con flexibilidad y equilbrio y la realización ha estado a la altura de un momento político tan tenso como el actual.
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