¿Quiénes son los culpables de estas muertes? ¿Hay impunidad? ¿Son las políticas migratorias crueles e inhumanas? ¿Se siguen produciendo devoluciones en caliente? ¿Qué pasa con los menores y la protección a la infancia? Andrés G. Berrio, Clara Calderó, Irina Samy y Javier Romo han abordado un (no) debate para crear un espacio de reflexión con el que construir conciencias y defender los derechos humanos
“(No)Debate sobre vulneraciones de Derechos Humanos en la Frontera Sur” es el nombre de la mesa redonda que ha organizado El Foro de Ceuta para el mes de junio dentro de su Agenda Cultural. Porque la vulneración de derechos no se debate, se combate. Este miércoles, en la Biblioteca Pública Adolfo Suárez se han sentado Andrés G. Berrio, abogado penal y director estratégico de Irídia, Clara Calderó, coordinadora del proyecto Front Sud en Novact, Irina Samy, técnica del proyecto de migraciones en Novact y Javier Romo, periodista.
Las cifras de la tragedia ya las conocemos, pero la vulneración de derechos va mucho más allá. ¿Quiénes son los culpables de estas muertes? ¿Hay impunidad? ¿Son las políticas migratorias crueles e inhumanas? ¿Se siguen produciendo devoluciones en caliente? ¿Qué pasa con los menores y la protección a la infancia? Todas estas cuestiones y muchas más han sido abordadas este miércoles en un (no) debate que ha buscado crear un espacio de reflexión para construir conciencias y defender los derechos humanos.
¿Qué son los Derechos Humanos? Berrio considera que cuando se hablan de derechos humanos se hace desde la lógica de lo que debería de ser y, en muchas ocasiones, los estados no quieren cumplir. Calderó señala que los derechos humanos son de obligado cumplimiento, pero critica que no existe un órgano que vele por que los estados lo cumplan. «Es algo hacia lo que aspiramos porque no es una realidad», ha reivindicado, que ha manifestado que hay que hacer una autocrítica sobre el contexto en el que se han definido los derechos humanos.
Por otra parte, el abogado remarca que no puede haber una excepción para no cumplir los derechos humanos ya que eso supondría «abusos de poder». «Estamos ante un ataque global a los derechos humanos por parte del neofascismo«, ha subrayado, criticando que «no pase nada» cuando se vulneran. Romo ha sentenciado que «parece que los derechos humanos se crearon para ser violados». Para Berrio, las fronteras son «espacios de aplicación excepcional de los derechos».
Racismo estructural y las fronteras como espacios de violencia para legitimar un discurso de la migración como una amenaza son otras de las ideas que han salido de la mesa redonda. Desde el público han querido añadir que no hay que pensar solo en la frontera física, «sino en la administrativa a través de la legislación«. Javier Romo ha recordado la situación en la que se encuentran los trabajadores y trabajadoras transfronterizas en Ceuta, quienes llevan décadas de años cotizados y, sin embargo, «no tienen derecho a paro«.
¿Hay impunidad en el no cumplimiento de los derechos humanos?, Calderó señala la dificultad de llevar un monitoreo para ver si se está cumpliendo o no con la normativa internacional así como el carácter opaco en pro de la seguridad. Berrio se posiciona a favor de denunciar la vulneración de derechos y asegura que combatir la impunidad da resultados, ejemplificándolo en el caso del 6F en Ceuta que, más allá del desenlace, ha sentado un precedente a la hora de denunciar una tragedia como la del Tarajal.
Salir de la burbuja de los privilegios y empatizar con aquellas personas que viven al margen de la justicia. Esta es una de las apuestas por Samy de cara a la ciudadanía para alcanzar la equidad social. Asimismo, se ha hablado sobre la influencia de las líneas editoriales y de los editores en la estructura de poder sobre el discurso de la migración.
El Foro de Ceuta sigue así apostando por poner sobre la mesa temas de interés y denuncia social. Porque todas las vidas cuentan y migrar es un derecho, en esta ocasión los ponentes han hablado desde sus experiencias y conocimientos sobre las vulneraciones de derechos humanos que se producen en la frontera sur de Europa.