La abogada de Elisa Mouliaá, Carla Vall i Duran, ha salido al paso de las acusaciones realizadas por Íñigo Errejón, quien cuestionó la legitimidad de su baja por embarazo en el contexto del caso de agresión sexual que enfrenta. Errejón calificó la baja como una ‘estratagema’ para retrasar el proceso judicial, lo que ha generado una fuerte respuesta por parte de Vall i Duran.
En un tuit, Vall i Duran expresó su sorpresa ante la necesidad de defender los derechos básicos de las abogadas embarazadas o recién paridas, afirmando su compromiso de hacerlo. Subrayó el derecho de cualquier persona a elegir libremente su defensa legal, especialmente en momentos de alta dependencia como el embarazo.
La defensa de Errejón ha criticado el archivo de la causa, argumentando que el auto judicial es ‘jurídicamente incomprensible’ y ‘procesalmente incongruente’, ya que, según ellos, no se ha acreditado adecuadamente la representación ni la baja médica de la abogada de Mouliaá. Sin embargo, Vall i Duran ha asegurado sentirse respaldada tanto por sus colegas como por los colegios de abogados.
‘Tengo derecho a baja y mi hijo tiene derecho a una madre que pueda cuidarle’, afirmó Vall i Duran, quien se encuentra en la semana 40 de su embarazo. Recalcó que estos son derechos fundamentales que trascienden cualquier caso mediático.
Este caso pone de relieve la importancia de respetar los derechos laborales de las mujeres embarazadas, especialmente en profesiones tan exigentes como la abogacía. La situación ha abierto un debate sobre el hostigamiento y las dificultades que enfrentan las mujeres en el ámbito laboral cuando deciden formar una familia.
La abogada ha enfatizado que el hostigamiento en momentos críticos como el embarazo debería ser impensable, y ha llamado a la reflexión sobre cómo se perciben y tratan estos derechos en la sociedad actual. Este caso podría sentar un precedente importante para futuras situaciones similares, destacando la necesidad de políticas más inclusivas y comprensivas en el entorno laboral.