Decía el escritor colombiano José María Vargas Vila, con quien no tengo mucho en común, que “la corrupción del alma es más vergonzosa que la del cuerpo”. Y por más que quiero no interiorizar esa frase, el Partido Popular de Ceuta se afana en darle un satírico lustre a ese escultural monumento a lo patético que habita en mi córtex pre frontal, y del que ellos (con trabajado esmero) son la viva imagen. Ese monumento a lo patético nace de la semilla de la vergüenza ajena, y la vergüenza ajena tiene un componente ineludible. La incapacidad para sentir vergüenza propia. Debo apelar aquí a Groucho Marx, del cual son seguidores ideológicos sus correligionarios (en la religión del culto a la sinvergonzonería) del PSOE. Ya que a veces, es mejor “callar y parecer estúpido que abrir la boca y demostrarlo”. Y por favor. Recojan mi amistoso guante. Cállense porque nos están haciendo la campaña y queremos ganar por nuestros propios medios y por nuestro propio trabajo.
El otro día nuestra querida Yolanda Bel, Secretaria general del PP Ceuta, dejaba a la altura de un impúber primerizo a Javier Fernández López con una patinada digna de medalla olímpica. Llamaba a VOX “sustituto del GIL”. No hay mucho que decir acerca de eso, pero decidí hacer un experimento sociológico para ver las reacciones mundanas a este comentario, obteniendo de todo el mundo la respuesta evidente. “pero si todos los del GIL se fueron al PP”. Nada más que decir sobre quién es el heredero del GIL. Lo de las imputaciones y la corrupción lo dejaré para otro día, que no hay que hacer leña del árbol caído.
No es tan patético sin embargo en el continente, sino en el contenido, el siguiente regalo de precampaña que nos ha legado el PP hace ahora poco más de una semana, esta vez con la excusa de los MENA. Ahora el Sr Vivas se desvive, valga la redundancia, por sacar a los MENA de Ceuta. Yo mismo pude ver en la asamblea al Sr Carreira haciendo una intervención bastante digna, por cierto, sobre la realidad de Ceuta en cuanto a los MENA. Discurso muy creíble, y no ya por su corbata verde VOX (no sabemos si fue un guiño subliminal y está intentando saltar del barco que se hunde), sino porque su discurso parecía muy elocuente. Y lo hubiera sido de verdad si lo hubiera pronunciado en un bar con los amigos, pero no era el caso. De repente el PP parece rasgarse las vestiduras ya que no quiere tener MENA en Ceuta, y propone mecanismos de expulsión (expulsión a otras zonas de España, lo que no implica la solución del problema, sino echarle el marrón a otras regiones de la patria y no mirar a la cara a la verdadera fuente del problema). Ya se encargaron en la asamblea todos los oponentes de recordarles lo evidente. Que han tenido tiempo desde el 2011 hasta el 2018 para llevar esa propuesta a un gobierno de su partido, y que además gozaba de mayoría absoluta. Pero claro, la única garantía que se tiene cuando se hace con un gobierno de otro color, que gobierna en minoría, y que está disolviendo las cortes para convocar elecciones es que eso es papel mojado. Así obtienen lo que quieren. Los MENA siguen campando a sus anchas en las inmediaciones portuarias y en la ciudad, y ellos, una vez más se dan un lavado de imagen. Demasiado tarde, el pueblo de Ceuta ya es consciente desde hace mucho de que el Sr Vivas se ha convertido en una suerte de Peter Pan versión bazar chino que ha transformado Ceuta en una especie de “Neverland” low cost, donde la Ceuta que conocíamos no es sino un reflejo retorcido y caótico de lo que fue hasta no hace mucho. Y esto solo es una prueba más de lo que ya sabemos.
No tienen palabra, no tienen ideología, no tienen vergüenza, y no les importa Ceuta.
Ya se encargó incluso el señor Aróstegui, decrépito (en su segunda acepción), como todo su partido, y de educación y lógica limitadas, pero que no le faltó la razón en su frase. “Os arrugáis como pasas ante el gobierno de Marruecos”. Y no iba carente de razón esa afirmación. Por eso nunca van a arreglar el problema MENA. Porque llevan lustros demostrando que no son sino una legión de ménades esclavas de los deseos de Mohammed VI. Son el caricaturesco harem político del rey alauita. Una suerte de Sherezades que, legislación tras legislación, mantienen despierto a su Shahriari particular con prebendas cada vez más golosas para que no decida decapitarlos políticamente a la llegada del alba.
No es complicado entender el por qué. En Ceuta, o se mira al norte, o se mira al sur. Todos sabemos dónde mira el PP de Ceuta. Y cuando ellos miran al norte es como consecuencia de presentarle al sur su “cara más golosa”. Ellos mismos se han encargado de cerrar la puerta norte con un puerto deficitario y corrupto deseando ser bien gestionado. Con muy buena materia humana, y una gran localización geográfica. Sus ojos están más puestos en el sur, y eso tiene consecuencias…
La semana pasada tuvimos otro regalito, esta vez, de las manos de Carlos Rontomé, quien afirma dos cosas que son dignas de mención. Que VOX les preocupa, y no es de extrañar, ya que van a perder sillas, si no el gobierno, que es lo que les importa, y sobre todo, que vamos a exigir muchas auditorías, y eso puede costarles mucho más caro, y que somos “un sucedáneo” del PP. No se puede ser un sucedáneo de un partido sin ideología, nosotros solo recogemos el testigo de ese vacío que ellos llenaron con demasiadas mentiras durante demasiado tiempo, a costa de las ilusiones de un pueblo que, inocentemente, les creyó, y que quedó latente con su paso, y aquí podríamos parafrasear a Quevedo en su “qué tienes que contar, reloj molesto. En un soplo de vida desdichada que se pasa tan presto” y en este caso, el reloj les ha sido bien molesto. Un partido que, con la gestión de Soraya Saez y Mariano Rajoy, se ha tornado en un sucedáneo del PSOE, y no lo digo yo, lo dice su gestión. Nosotros somos de derechas. Sin complejos. Sin ambages. Sin traumas. Sin dudas. En Ceuta, en Alsasua, en Gerona, o en Rabat.
En esta ocasión, señor Rontomé, VOX es el producto de la calidad, y el PP es el producto de la cantidad. VOX es el Mont Blanc, y el PP es el boli BIC. Por eso van a perder en Mayo. VOX es el supuesto “sucedáneo” cuyo secretario se preocupó en darle la mano a los guardias civiles agredidos por los invasores (RAE: invadir 1. tr. Irrumpir, entrar por la fuerza.) en julio del pasado año, mientras que su supuesto líder renovador de la derecha, se preocupó en fotografiarse dándose la mano con los que saltan la valla violentando nuestro estado de derecho. Y sobre “hablar de dar manos”, no mencionaré al Sr Vivas y su ridículo en la frontera.
No parece tener freno la vorágine de altruismo del PP de Ceuta, cuando ya, como colofón, nos hacen el gran regalo de ayer mismo. No se le ocurre otra cosa al PP que asegurar que ellos son los únicos que quieren devolver a los MENA con su familia. Obviando que, ya de por sí, la foto parece ser extraída del ridículo momento en el que le negaban la mano al Sr Vivas (eso le puede pasar a cualquiera, pero tampoco es cuestión de hurgar en la herida), parece ser que nos ponen el caramelo en la boca para obviar una realidad tangible e indiscutible, independientemente del color político. Que el PP es el único partido que ha llenado la ciudad de Ceuta de MENA. Y es que no hay ni que entrar en hemeroteca para recordar, por citar algo, al Sr Hachuel diciendo que el fenómeno de los MENA es “una consecuencia más del hecho fronterizo”, o al consejero de Presidencia, Gobernación y Empleo, diciendo que “no se criminalice a los MENA porque los habrá magníficos y menos magníficos, buenos y menos buenos”. Estas declaraciones son como oír a un doctor decirle a un paciente que la sífilis es consecuencia de tener sexo sin protección en un burdel. Y, si al doctor le diríamos “claro doctor, pero usted deme medicinas, que para eso hizo el juramento hipocrático”, toca decirle al gobierno “claro gobierno, pero gobierne, no se dedique solo a poner la mano a primero de mes”. Cuando la política se queda en el prefacio, mal vamos.
En el cine, como en la música, como en el arte, como en la política, se puede envejecer mejor, y se puede envejecer peor. Y el PP está derivando, en sus últimas semanas de gobierno antes de dejar paso al previsible gobierno de color verde VOX, de una manera que recuerda más a Marujita Díaz que a Sophía Loren.
En VOX lo tenemos claro. Tenemos ideas. Tenemos un discurso y no compramos votos. Ha llegado la hora de limpiar Ceuta de política trasnochada, pancartista y esclava de las encuestas, y muchos de los que configuran el actual gobierno del PP están en esa lista.
Y ya que inicié el escrito hablando de la vergüenza, quisiera cerrarlo con un dicho que reza “Con putas y con soldados, la vergüenza hay que echarla a un lado”. Y el PP de Ceuta cada día tiene menos de soldado.