La Delegada del Gobierno, Salvadora Mateos, ha mantenido un encuentro con empresarios con intereses en el «comercio atípico». Todos los esfuerzos se centran en intentar reanudar el paso de porteadores el lunes de la semana próxima
El porteo es la forma de subsistencia de miles de personas de la provincia de Tetuán. Castillejos, una ciudad de 100.000 habitantes, depende en parte de este contrabando permitido por las autoridades españolas a las que el Gobierno de Marruecos cada vez pone más trabas. Entidades de defensa de los derechos humanos, como la APDHA, han puesto el grito al cielo en numerosas ocasiones por las condiciones bajo las que tienen que trabajar porteadores y porteadoras. En las últimas semanas dos personas han muerto en el transcurso de la espera para entrar a Ceuta.
Los intereses españoles en el porteo se centran tanto en las pérdidas empresariales como en el miedo del futuro laboral de decenas de personas que viven directa o indirectamente del porteo. El viernes la Delegada vuelve a reunirse con empresarios, y les comunicará si se está más cerca o no de reabrir una actividad económica que lleva paralizada por «motivos de seguridad» desde principios de la semana pasada.
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