La creciente preocupación por el contenido en redes sociales ha llevado a siete familias francesas a presentar una demanda civil contra TikTok. Agrupadas bajo el colectivo Algos Víctima, estas familias argumentan que la plataforma china es responsable de exponer a sus hijos a contenido adictivo y peligroso.
La abogada Laure Boutron-Marmion, quien representa al colectivo, explicó a RNE que esta acción judicial es pionera en Europa. Las familias afirman que el contenido de TikTok ha tenido un impacto devastador en la salud mental de sus hijos, con dos casos trágicos de suicidio.
El impacto en la salud mental de los adolescentes es el eje central de la denuncia. Según las familias, los adolescentes no tienen la capacidad de discernir adecuadamente el contenido que consumen en la plataforma, lo que puede llevarlos a normalizar comportamientos peligrosos como el suicidio y las autolesiones.
La abogada Boutron-Marmion destaca que, a pesar de las políticas de moderación de TikTok, los contenidos nocivos circulan libremente. Esto, según ella, demuestra una falta de control efectivo por parte de la empresa, que podría estar violando principios fundamentales del derecho francés.
La responsabilidad legal de TikTok se basa en el principio de que cualquier daño causado debe ser reparado. La demanda busca no solo una compensación económica, sino también un reconocimiento público de la responsabilidad de TikTok en estos casos.
Las familias esperan que esta acción legal sirva como un llamado de atención para otros padres y para la sociedad en general sobre los peligros potenciales de las redes sociales. Quieren alertar sobre la presencia de contenido extremadamente perturbador en plataformas como TikTok.
El proceso legal en curso aún está en sus primeras etapas. TikTok no ha respondido oficialmente a la demanda, pero se espera que en los próximos meses se celebre una audiencia donde la empresa deberá defenderse o enfrentar las acusaciones.
Para las familias involucradas, esta demanda es una forma de buscar justicia y reparación por el daño sufrido. También es un intento de prevenir que otros jóvenes pasen por experiencias similares, promoviendo un uso más seguro y responsable de las redes sociales.