El agente abandonó su puesto y pidió protección internacional en la frontera del Tarajal; el Gobierno le ha denegado la petición y permanece retenido mientras se revisa su caso
El Gobierno de España comunicará oficialmente en la mañana de este martes la denegación de la solicitud de asilo presentada por un policía marroquí que cruzó la frontera del Tarajal hasta Ceuta en la madrugada del pasado lunes. El agente, que pertenece a las fuerzas de seguridad de Marruecos, abandonó su uniforme y su arma reglamentaria antes de atravesar el paso fronterizo y solicitar protección internacional en territorio español.
Según fuentes consultadas, el solicitante alegó motivos que, por el momento, no han sido revelados públicamente. Tras presentar su petición de asilo, fue trasladado a una habitación habilitada en el mismo puesto fronterizo, dotada con baño, donde permanece a la espera de la resolución de su caso.
La Oficina de Asilo y Refugio (OAR), dependiente del Ministerio del Interior y encargada de evaluar y decidir sobre las solicitudes de asilo y protección internacional, ha dictaminado que no se dan las condiciones necesarias para admitir su petición a trámite. No obstante, el ciudadano marroquí dispone de un plazo de 48 horas para solicitar un reexamen del caso. La Administración deberá responder a esa apelación en otras 48 horas.
Este procedimiento especial se enmarca dentro del sistema de asilo en frontera, regulado por la Ley 12/2009, que contempla un tratamiento más breve y restrictivo que el ordinario para los solicitantes que presentan su petición en los pasos fronterizos españoles.
En estos casos, la Policía Nacional realiza una entrevista inicial en la que se recogen los datos del solicitante y los motivos alegados para pedir asilo. Durante esta fase, el ciudadano tiene derecho a asistencia letrada gratuita y a un intérprete si no comprende el idioma.
La solicitud se remite entonces a la OAR, que tiene un plazo máximo de cuatro días para decidir si la admite a trámite. En caso negativo, como ha ocurrido en este caso, el interesado no puede acceder al territorio español y debe permanecer en el puesto fronterizo hasta la resolución del posible reexamen. Solo si se acepta esta segunda revisión o una eventual apelación judicial, podría entrar en el país para continuar con el procedimiento ordinario de asilo.
El caso ha generado atención debido al perfil del solicitante, un miembro de las fuerzas de seguridad marroquíes, y por lo inusual de que un agente cruce uniformado –aunque posteriormente se despojara de sus distintivos oficiales– hacia suelo español para pedir protección internacional. Mientras se resuelve su situación, el hombre seguirá en las instalaciones fronterizas del Tarajal.
