El Comité Técnico de Árbitros (CTA) de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) atraviesa una etapa turbulenta. La presidencia de Luis Medina Cantalejo parece estar en la cuerda floja tras ser apartado de la Junta Directiva, en un movimiento que dejó su puesto en manos de Yolanda Parga, máxima dirigente del arbitraje femenino. A pesar de lo que muchos interpretaron como una evidente pérdida de confianza, Medina Cantalejo no ha presentado su dimisión, y su salida sigue siendo motivo de especulación.
Tensiones políticas y presiones internas
Entre las razones que podrían justificar el relevo de Medina Cantalejo se encuentran su vinculación con la gestión de Luis Rubiales, el foco constante de críticas de grandes clubes como el Real Madrid y los cuestionamientos sobre su liderazgo en el CTA. Pero el motivo que más habría pesado es su papel en las elecciones de la RFEF.
Según fuentes internas, Medina Cantalejo habría intentado movilizar el apoyo de los árbitros hacia Salvador Gomar, presidente de la Federación Valenciana, en su enfrentamiento contra Rafael Louzán. Sin embargo, este apoyo se fragmentó, y figuras como Jesús Gil Manzano, Eugenia Gil Soriano y José Alberto Pardeiro Puente habrían decidido no respaldar a Gomar, debilitando su candidatura.
Gil Manzano, clave en el desenlace
Entre los disidentes, Jesús Gil Manzano, uno de los árbitros más destacados a nivel internacional, desempeñó un papel crucial. Su malestar con Medina Cantalejo, especialmente tras no ser designado para torneos importantes el año pasado, habría motivado su rechazo a apoyarlo. Este año, Gil Manzano volvió a ganar protagonismo al arbitrar la final de la Supercopa entre Real Madrid y Barcelona, consolidando su influencia en el CTA.
La votación final dejó a Louzán como presidente con 90 votos frente a los 43 de Gomar, un resultado que evidenció el giro interno de los árbitros y selló el destino de Medina Cantalejo dentro de la RFEF.
Tres nombres para un posible relevo
Con el futuro de Medina Cantalejo pendiendo de un hilo, en los pasillos de la Ciudad del Fútbol de Las Rozas ya suenan tres posibles sucesores:
1. Bernardino González Vázquez: Actual presidente de los árbitros gallegos y hombre de confianza de Louzán. Su relación cercana con el presidente de la RFEF y su alineación política con el Partido Popular lo posicionan como el candidato más probable.
2. Antonio Rubinos Pérez: Actual adjunto a la presidencia del CTA y figura destacada desde la era Rubiales. Aunque representa continuidad, su experiencia y trayectoria lo convierten en una opción sólida.
3. David Fernández Borbalán: Exárbitro internacional y recientemente desvinculado del arbitraje en Bulgaria. Su perfil internacional y su experiencia podrían ser clave para liderar un cambio en el CTA.
El futuro de Louzán y la RFEF
La continuidad de Rafael Louzán como presidente de la RFEF también está en juego. El próximo 5 de febrero, el Tribunal Supremo decidirá si revoca su condena por prevaricación, un fallo que podría derivar en su inhabilitación. De ser así, el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) tendría la última palabra sobre su futuro, generando un nuevo terremoto en la federación.
Mientras tanto, el CTA sigue siendo un avispero con filtraciones, tensiones y movimientos internos. La salida de Medina Cantalejo podría formalizarse el 1 de julio por motivos contractuales, pero hasta entonces, la incertidumbre persiste. Los árbitros y la dirección de la RFEF enfrentan un panorama incierto, donde cada decisión podría alterar el delicado equilibrio del fútbol español.