De planear unas vacaciones en familia al extranjero a ver cómo van pasando las semanas y el estado de alarma se prolonga sin que puedas abrir tu negocio que es la única fuente de ingresos en tu hogar, donde convives junto a una persona adulta y dos menores. De invertir un dinero en ocio de calidad para la familia a echar en falta la parte que todavía no has podido recuperar y que ahora te vendría de perlas para llenar la despensa. Lo peor es que la compañía ni te responde a las llamadas.
El giro de 180 grados que ha dado la situación en estos dos últimos meses para muchas familias ceutíes se hace evidente en casos como el que nos ha llegado hoy a la redacción de este medio: de planear unas vacaciones en familia al extranjero a ver cómo la pandemia hace saltar tus planes por los aires y, no solo eso, sino que te obliga a cerrar tu negocio durante dos meses, siendo este la única fuente de ingresos en tu hogar, donde convives junto a otra persona adulta y dos menores.
Dos familias de cuatro miembros, ocho personas en total, tenían planeado un viaje a Londres durante las vacaciones de Semana Blanca que, por razones obvias, no han podido realizar. Uno de los afectados es un autónomo que tuvo que echar la persiana de su negocio desde que se decretó el estado de alarma y que después de dos meses sin generar ingresos se encuentra en una situación «precaria«. Es por ello que ha tratado en reiteradas ocasiones de contactar con Hélity para tramitar la devolución de los más de 300 euros que pagó por los billetes con destino al aeropuerto de Málaga. Pero, pese a su insistencia, el resultado siempre ha sido el mismo: nadie le coge el teléfono y, si consigue contactar con la empresa, esta se remite a que está acogida a un ERTE y no dispone de personal para realizar gestiones de administración.
Lo que en su día fue una inversión en ocio de calidad para toda la familia hoy supondría un desahogo en un hogar de cuatro personas que estiran «al máximo» el dinero que consiguieron recuperar del resto de gastos del viaje (cancelación de vuelo, hotel, etc.). El afectado, que prefiere no revelar su intimidad, asegura que si no tuviese su negocio cerrado no reclamaría a la compañía el importe de los billetes y podría ser más comprensivo con la situación, pero la falta de liquidez comienza a ser un problema en su casa.
En este sentido, este ceutí recuerda que la empresa tiene suscrito un convenio de colaboración con el Gobierno de la Ciudad Autónoma que se paga con dinero que sale de las arcas públicas. Una singularidad que a su juicio debería suponer una obligación, al menos moral, para la compañía a la hora de atender las reclamaciones de los/as ceutíes que no han podido disfrutar de sus reservas por culpa de la covid-19. Por último, otro aspecto sobre el que hace hincapié el denunciante es que la política de la empresa es la de no hacer reservas con más de dos meses de antelación por lo que los billetes cancelados son «solo» los de la segunda quincena de marzo, el mes de abril y el de mayo.