Un grupo de trabajadores del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) ha decidido alzar la voz para denunciar presuntos casos de acoso laboral bajo la dirección de María Blasco. En declaraciones a EL PAÍS, varios afectados han relatado experiencias que describen como traumáticas, asegurando que lo vivido en el centro tuvo un impacto profundo en su salud mental, provocándoles ansiedad y trastornos psiquiátricos.
Según los denunciantes, el entorno laboral del CNIO ha estado marcado por lo que describen como una cultura de hostigamiento y presión extrema. “No hay miedo a María Blasco, hay terror”, señala uno de los afectados, quien asegura que el clima de trabajo era insostenible.
Los testimonios recogidos por EL PAÍS incluyen episodios que los denunciantes asocian directamente a prácticas laborales abusivas, las cuales, según ellos, derivaron en problemas de salud mental graves. Algunos mencionan haber sufrido ataques de ansiedad, insomnio y diagnósticos psiquiátricos derivados del estrés vivido en el centro.
La respuesta de María Blasco
María Blasco, directora del CNIO, ha defendido su gestión y ha respondido señalando que ninguna de las denuncias presentadas en su contra ha prosperado. Según ella, las investigaciones realizadas no han encontrado pruebas suficientes para respaldar las acusaciones.
Sin embargo, los denunciantes cuestionan el proceso interno de evaluación de estas quejas, calificándolo de insuficiente y poco transparente. “Hay un sistema que no protege al denunciante, sino que lo expone aún más”, asegura otro de los testimonios anónimos.
Impacto en la investigación científica
El CNIO es una de las instituciones más prestigiosas de investigación oncológica en Europa. Sin embargo, las denuncias han planteado preguntas sobre cómo la cultura laboral puede afectar no solo a los trabajadores, sino también al desempeño del centro y su reputación internacional.
Por su parte, María Blasco continúa liderando el CNIO, defendiendo la relevancia de los proyectos en curso y asegurando que las denuncias no interfieren en el compromiso del centro con la excelencia científica.
Un caso que exige respuestas
La controversia en torno a estas denuncias refleja un problema más amplio sobre la cultura laboral en instituciones de alto rendimiento, donde la presión por resultados puede convertirse en un caldo de cultivo para prácticas abusivas. Los afectados esperan que su testimonio sirva para iniciar un cambio y garantizar un entorno de trabajo saludable para todos los empleados.
Por ahora, la polémica sigue abierta, con la atención puesta en si habrá futuras investigaciones externas o medidas correctivas en el CNIO.