La Guardia Civil ha llevado a cabo una operación que culminó con la detención de dos individuos y la investigación de otros dos, acusados de delitos contra la salud pública y estafa. Estos individuos formaban parte de un grupo criminal dedicado a la adulteración de aceite de oliva virgen extra, que luego distribuían a diversos establecimientos hosteleros en la margen izquierda de Bizkaia.
El grupo operaba desde un centro clandestino ubicado en la vivienda de uno de los detenidos, donde realizaban las mezclas en condiciones higiénicas precarias y sin control sanitario. La operación, denominada Aristeo, fue dirigida por el Juzgado de Instrucción número 3 de Barakaldo y permitió realizar once inspecciones en establecimientos de hostelería de la zona.
Inicio de la Investigación
Las investigaciones comenzaron en marzo, tras la denuncia del presidente de una cooperativa de aceite de Jaén. Se había detectado la venta ambulante de garrafas de aceite de oliva virgen extra ecológico de 5 litros, suplantando la marca original y a un precio significativamente inferior al de mercado.
La cooperativa vendía estas garrafas a 65 euros, mientras que los sospechosos las ofrecían por 37 euros. La preocupación por un posible problema de salud pública llevó a la cooperativa a colaborar con la Guardia Civil, proporcionando muestras para análisis. Los resultados confirmaron la adulteración tanto del contenido como del etiquetado.
Modus Operandi del Grupo Criminal
El grupo criminal se dedicaba a mezclar productos de inferior calidad con el aceite de oliva virgen extra o a falsificar el etiquetado para suplantar marcas con denominación de origen. Las garrafas adulteradas se distribuían principalmente en bares y restaurantes de Santurtzi, Ortuella, Zierbena, Gallarta, Muskiz y Portugalete, así como en los barrios de Urioste y Pobeña.
Durante un registro en Santurtzi, la Guardia Civil encontró numerosas garrafas y botellas listas para ser llenadas, etiquetas falsificadas y utensilios para la elaboración del aceite adulterado. También se halló un bidón de 65 litros con grifos dispensadores y embudos para rellenar las garrafas.
Consecuencias Legales y Continuación de la Investigación
Hasta el momento, dos personas han sido detenidas y otras dos están siendo investigadas por delitos contra la salud pública, estafa, contra la propiedad industrial, defraudación de fluido eléctrico y pertenencia a grupo criminal. Las investigaciones continúan, y se ha revelado que algunos miembros del grupo percibían ingresos por ayudas sociales.
La operación Aristeo ha sido un paso importante para garantizar la seguridad alimentaria y proteger a los consumidores de productos fraudulentos. La colaboración entre la cooperativa afectada y las autoridades ha sido crucial para desmantelar esta red criminal.