La red desmantelada les proporcionaba documentación falsa y toda la infraestructura necesaria para el traslado
Agentes de la Policía Nacional, en una operación conjunta con la Guardia Civil, han desarticulado una organización criminal asentada en Gran Canaria y dedicada, presuntamente, a proporcionar a migrantes documentación falsa para viajar hacia la península u otros Estados de la Unión Europea. Entre los migrantes usuarios de esta red se detectaron numerosos menores de edad a quienes los miembros de esta organización facilitaban documentación falsificada donde figuraban como mayores de edad, consiguiendo así estos y gracias a la logística proporcionada por esta red delictiva, fugarse del centro de menores donde se hallaban alojados y enrolarse en un vuelo.
Un total de siete personas han sido detenidas -seis en Gran Canaria y una en Ciudad Real- y se les imputan los supuestos delitos de pertenencia a organización criminal, contra los derechos de los ciudadanos extranjeros y falsedad documental. Además existe un octavo miembro de la organización, a quien se le imputan los mismos hechos y se halla en prisión cumpliendo condena por otra causa.
En la operación han sido registrados tres domicilios y se han intervenido pasaportes utilizados fraudulentamente por la organización, legajos con documentación para regularizar la situación de inmigrantes irregulares, documentación oficial falsificada y teléfonos móviles entre otros efectos.
La organización captaba a migrantes de origen magrebí, menores o mayores de edad, que habían llegado a las islas en patera y los recluía en diferentes lugares mientras preparaban la documentación falsa y toda la infraestructura necesaria para su salida. Una vez obtenida, eran trasladados a los diferentes puertos y aeropuertos canarios, proporcionándoles las indicaciones necesarias para no ser detectados. En algunas ocasiones los pasadores de la organización les acompañaban durante el trayecto aéreo o marítimo, asegurándose así de la devolución de la documentación.
Las conexiones de esta organización con redes criminales asentadas en Marruecos y otros Estados de la Unión Europea eran constantes, ofreciendo estos entre sus servicios el flete en patera desde Marruecos hasta Canarias para migrantes que se hallaban en el continente africano. Igualmente diversificaban sus labores, encargándose a su vez de organizar minuciosamente peticiones de asilo fraudulentas, valiéndose para ello de un abogado enrolado en las actividades criminales.
Los agentes estiman que esta organización habría organizado más de 80 salidas de las islas con un beneficio superior a los 100.000 euros.