«Nos hemos quedado sin pueblo», expresa con dolor un hombre incapaz de asimilar el desastre que le rodea. Tras el paso de la DANA que ha arrasado varias zonas del país, las calles llenas de lodo y escombros se han convertido en reflejo de la tragedia. Las víctimas tratan de sobrellevar la catástrofe entre pérdidas, rescates y un ambiente de solidaridad, acompañado de críticas hacia las autoridades.
Muchos deambulan entre el barro y observan cómo las calles, antes llenas de vida, se han convertido en un escenario angustioso. «No sé cómo me mantengo de pie», dice una vecina. «Hay que arrancar de cero otra vez», expresa otro afectado, con la determinación de quien sabe que deberá reconstruir su vida desde las ruinas.
Las historias de familiares que aún esperan noticias de sus seres queridos son muchas y sobrecogen a todo el vecindario. «Llegó mi padre a casa gracias a Dios, pero no quiero pensar la de familias que no pueden decir lo mismo que yo», cuenta una joven, que pudo reencontrarse con su progenitor después de la incertidumbre.
Con impotencia, otra vecina lanza un grito de auxilio: «¿Dónde están? Ayúdennos por Dios. Tengo una amiga que tiene a su madre en el parking lleno de agua, ahogada y muerta, hace cinco días». Los fallecimientos y desapariciones durante el temporal han dejado huella en la población, que trata de asimilar el dolor, mientras espera una mayor respuesta de las autoridades.
En medio de la adversidad, la solidaridad se abre camino. Miles de voluntarios se han acercado a la zona para brindar apoyo. Destaca la presencia de grupos de jóvenes. «No tengo nada mejor que hacer y ayudamos a la gente que lo está pasando fatal», asegura uno de ellos. «Hay demasiada mierda, hay que ir bajando y preguntar a quién le hace falta ayuda», explica una coordinadora de los voluntarios, que se visten con indumentaria adecuada y mascarillas para prevenir infecciones por la mala calidad de las aguas.
Entre las malas noticias, en ocasiones surge algún atisbo de esperanza. Un equipo de bomberos ha logrado rescatar a una mujer atrapada en su vehículo cubierto de lodo en Benetusser (Valencia). «Después de tres días, hemos encontrado una persona con vida dentro de un coche», relata visiblemente emocionado uno de ellos.
Las críticas hacia la respuesta de los políticos se repiten por las calles. Los vecinos lamentan la falta de compromiso y de acciones concretas. Entre las voces de quienes han perdido su hogar e incluso seres queridos, resuena el sentimiento de una comunidad que intenta levantarse.