Se trata de un colectivo expuesto a incidentes
La situación de desprotección en la que se encuentra este sector se pone de relieve con los continuos ataques que vienen sufriendo autobuses y conductores.
El último se produjo el pasado sábado 2 de abril en Los Rosales, cuando un peatón arrojó una piedra de grandes dimensiones contra el trabajador que conducía el autobús.
No se trata de hechos nuevos y tampoco supone un hecho aislado puesto que en octubre de 2021 apedrearon dos autobuses en Arcos Quebrados, en mayo y noviembre de 2020 también se volvieron a apedrear, esta vez en El Príncipe.
Se trata de una situación de peligrosidad constante a la que hay que buscar solución. Tal es el caso de Cataluña. Donde el Tribunal Constitucional permite que el personal de transporte de viajeros pueda ejercer funciones de policía administrativa.
La sentencia de 6 de septiembre de 2018 avala la Ley del Parlamento de Cataluña 12/1987, de 28 de mayo, sobre regulación del transporte por carretera mediante vehículos de motor, atribuyendo la condición de agente de autoridad a los empleados de las empresas de transportes de viajeros.Este personal deberá comunicar las infracciones detectadas a los órganos administrativos competentes y ellos impondrán las sanciones que procedan.