El pasado sábado, durante la celebración del Día de la Fiesta Nacional en Madrid, las Fuerzas Armadas desfilaron por las calles del centro de la ciudad bajo una intensa lluvia. Este clima adverso obligó a cancelar el esperado desfile aéreo y el salto en paracaídas de la bandera, pero no impidió que el desfile terrestre se llevara a cabo con éxito.
Los reyes de España, Felipe VI y doña Letizia, llegaron al evento en su tradicional Rolls-Royce, escoltados por los coraceros a caballo del Escuadrón de Escolta Real. A pesar de la lluvia, se escucharon vítores de ‘viva el rey’ y ‘viva España’, seguidos por el himno nacional y salvas de honor.
Uno de los momentos más solemnes del día fue el izado de la bandera y el homenaje a los caídos, entre ellos el teniente coronel Pablo Estrada, fallecido recientemente en un accidente aéreo. El rey y la princesa de Asturias, Leonor, depositaron una corona de flores en su memoria.
A lo largo del desfile, los pelotones marcharon sin interrupciones, mientras las autoridades se refugiaban en la tribuna debido a la lluvia. Entre los asistentes, destacó la presencia del presidente de la Generalitat, Salvador Illa, quien participó en el evento por primera vez en 14 años.
El desfile también contó con la participación de más de 4,000 integrantes de las Fuerzas Armadas y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, incluyendo a mujeres de Salvamento Marítimo, quienes desfilaron en medio de la crisis migratoria en Canarias.
A pesar de la lluvia, el público mostró su apoyo a las tropas, cubriéndose con paraguas y chubasqueros. Los soldados, determinados, continuaron marchando incluso cuando el agua cubría sus botas. La presencia de animales, como caballos y perros de la Unidad Militar de Emergencias, añadió un toque especial al evento.
El desfile concluyó con la participación de ‘Killo’, un borrego de seis años, que desfiló junto al Tercio ‘Don Juan de Austria’ 3º de la Legión, y con la infanta Sofía ausente debido a sus estudios en Gales.