La Guardia Civil de Ceuta localizó al autor del bulo, en el que se afirmaba que en el Centro Penitenciario de Mendizabal no había médico y que «había muchos con fiebre y que nadie les hace caso». El autor del bulo, un joven de 31 años y natural de Ceuta, llegó a afirmar que había hablado con internos del módulo 7, lo que provocó un gran revuelo, preocupación y malestar entre los familiares. Fue la propia Guardia Civil quien a través de las redes detecta el bulo y lo investiga. Esta es la primera condena que se dicta en Ceuta por lanzar un bulo durante el estado de alarma
Se trata de la Operación «Filfa-Ceuta» de la Guardia Civil, «para evitar la difusión en las redes sociales de desinformaciones o “bulos” contrarios al Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo, por el que se declara el estado de alarma para la gestión de la situación de crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19″, tal y como explicaba el Instituto Armado en una nota de prensa remitida a los medios.
La Operación se inició como consecuencia de la detección de una serie de publicaciones, a principios del mes de abril, en Facebook, donde se afirmaba públicamente que los internos del módulo 7 del Centro Penitenciario de Mendizabal estaban desatendidos sanitariamente. La publicación que hacía este joven ceutí de 31 años, afirmaban que “no hay médico” y sobre los internos “que están muy mal estado, con fiebre y nadie les hace caso”.
En concreto y tal y como recoge la sentencia a la que ha tenido acceso El Foro de Ceuta señala que «el día 6 de abril de 2020, encontrándose el Estado Español en Estado de Alarma, con intención de perjudicar la reputación de Instituciones Penitenciarias y en especial de los funcionarios que cumplen sus funciones en el Centro Penitenciario de la Ciudad Autónoma de Ceuta y a sabiendas de su falsedad, a través de la red social Facebook publicó las siguientes manifestaciones:
«Aseveraciones carentes de veracidad y contrastadas por los agentes de la Guardia Civil y los funcionarios del Centro Penitenciario» asegura el Instituto Armado en su comunicado. Ademas, la publicación y difusión de estas afirmaciones, provocaron un gran revuelo, preocupación y malestar entre los familiares, ya que «desde la fecha de las publicaciones, aumentaron considerablemente las solicitudes de información de los familiares sobre el estado de los reclusos y la extensión de la pandemia en el interior del recinto».
Primera condena en Ceuta por difundir un bulo
Gracias a las intensas pesquisas de los agentes de la Guardia Civil, «se identificó plenamente al usuario autor y responsable de los mensajes que se difundieron a través de la red social, resultando ser un ciudadano de 31 años con residencia en Ceuta». Tal y como han confirmado fuentes de la Guardia Civil a este diario, el grupo de delitos informáticos de la Policía Judicial de la Comandancia de Ceuta realizó la investigación «durante una semana» desde que se tuvieron conocimiento de los hechos. «Fue un intenso trabajo siguiendo la IP hasta localizar y pode demostrar que fue esta persona el autor de los hechos, han sido muchas horas de trabajo».
Una vez identificado el autor de los hechos, «estaba completamente localizado» aseguran estas fuentes del Instituto Armado, por lo que no se procedió a la detención, pero si «se le tomó manifestación en calidad de investigado, con obligación de comparecer ante la Autoridad Judicial».
Tras su declaración ante el Juzgado de Instrucción número 4, el investigado reconoció los hechos, quedando recogido en la sentencia: «mostrada su conformidad por la acusada con los hechos que en el escrito de acusación presentado por el Ministerio Fiscal se contienen, y con la pena solicitada así como las responsabilidades civiles, siendo la calificación aceptada correcta y la pena procedente según dicha calificación, y habiendo sido oído la acusada acerca de si su conformidad ha sido aceptada libremente y con conocimiento de sus consecuencias, manifestando que sí, y sin que se alberguen dudas sobre que dicho consentimiento y conformidad ha sido prestado libremente, habiéndose seguido el trámite igualmente prevenido en el artículo 787 de la misma Ley Procesal, y teniendo en cuenta las demás manifestaciones del acusado, procede dictar sentencia de conformidad en la forma que se dirá en el fallo de esta sentencia, imponiendo la pena solicitada reducida en un tercio».
La Titular del Juzgado de Instrucción número 4, dictó auto de condena como autor de un delito de Injurias al quedar demostrado que tras la publicación de los mensajes perjudicó la reputación de Instituciones Penitenciarias y en especial de los funcionarios que desarrollan sus funciones en la prisión, frenando de esta forma la desinformación iniciada, tal y como se recoge en la sentencia «como autor criminalmente responsable de un delito de injurias previsto y penado en los arts. 208, 209 y 215 del Código Penal, y con la conformidad del mismo y sin que concurra circunstancia alguna modificativa de la responsabilidad criminal, a la pena cuatro meses de multa a razón de 3 euros al día, y responsabilidad personal subsidiaria en caso de impago en los términos del art. 53 del Código Penal y en todo caso, al abono de las costas procesales».
Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado tras los bulos
Las mismas fuentes confirman a este diario que «hay más casos en investigación» porque asegura que «cualquier publicación que genere pánico o alarma social, durante el estado de alarma, va a ser investigado y perseguido», además recuerda que «aunque la pena parezca poca, 360 euros, esta persona va a estar marcada de por vida, y en sus antecedentes penales saldrá esta condena, pudiendo ir a prisión si vuelve a ser condenado por alguna otra cuestión en el futuro».
La Delegación del Gobierno, instaba hace unas semanas a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado a perseguir duramente los bulos lanzados en redes sociales durante el estado de alarma, una orden directa de la Delegada del Gobierno para que Guardia Civil y Policía Nacional, a través de sus respectivos grupos de delitos informáticos, investigasen para identificar y detener a los autores de las mentiras y falsas informaciones que circulan por las redes. Con esta condena, queda patente el trabajo que se realiza desde los cuerpos policiales para detener la difusión de contenido que genera alarma social.