En las redes sociales, un vídeo ha captado la atención de miles de usuarios al mostrar un altercado entre un camarógrafo y un vecino en Paiporta. El vídeo, que ha sido compartido ampliamente, fue presentado erróneamente como si el camarógrafo trabajara para Radiotelevisión Española (TVE). Sin embargo, esta afirmación es falsa.
El vídeo en cuestión muestra un intercambio acalorado donde el camarógrafo responde con insultos a las recriminaciones de un vecino. Mensajes en plataformas como X han afirmado que el profesional es parte de TVE, lo cual ha sido desmentido por fuentes oficiales.
La corporación de Radiotelevisión Española ha confirmado que el individuo en el vídeo no es parte de su plantilla ni de los equipos contratados para cubrir la tragedia de la DANA en la Comunidad Valenciana. Además, se ha verificado que el nombre mencionado en algunos mensajes, Mauro Belenguer, no corresponde al camarógrafo del vídeo.
El equipo de VerificaRTVE contactó al programa de televisión para el cual trabaja realmente el camarógrafo, confirmando que no estaba grabando para TVE durante el incidente. La localización exacta del evento fue identificada en la calle Maestro Palau, cerca del Auditorio Municipal de Paiporta.
Este caso es un ejemplo más de cómo la desinformación puede propagarse rápidamente en redes sociales, afectando la reputación de individuos y organizaciones. En situaciones de crisis, como la tragedia de la DANA, es crucial verificar la información antes de compartirla.
En el pasado, VerificaRTVE ha desmentido otros bulos relacionados con la cobertura de la DANA, subrayando la importancia de confiar en fuentes oficiales y verificadas para obtener información precisa.
La propagación de noticias falsas no solo afecta a las personas involucradas directamente, sino que también puede influir en la percepción pública de eventos importantes. Por ello, es vital que los usuarios de redes sociales sean críticos y cautelosos al consumir y compartir contenido.
En conclusión, el vídeo viral de Paiporta no involucra a TVE, y las afirmaciones que circulan en redes sociales son infundadas. Este caso resalta la necesidad de una verificación rigurosa de los hechos en la era digital.