Desde los antiguos egipcios que los consideraban una manifestación de la diosa Bastet hasta nuestros días, son muchas las creencias relacionadas con los gatos. Su carácter meditativo y ese halo de misterio que los envuelve, sin duda han tenido mucho que ver con los prejuicios y mitos que aún hoy se mantienen sobre ellos. ¿Repasamos unos cuantos?
Los negros dan mala suerte
Falso. Uno de los más antiguos y dañinos para los pobres peludos. Si la bruja o el hechicero malvado tiene un gato siempre será de este color, reforzando así el cine y la literatura esta idea (tan peligrosa para ellos) de que están relacionados con las “artes oscuras”. Son muchos los que nunca serán adoptados solo por el simple hecho de ser negros. Así que es importante recalcar que ningún gato (ni seguramente ningún animal) puede influir en la buena o mala fortuna de nadie.
Siempre caen de pie
Falso. Esto va a depender sobre todo de la altura desde la que se produzca la caída. Si no es mucha, a pesar de poseer ese reflejo, es posible que no le dé tiempo a girarse para caer sobre sus patas, con el riesgo de que sus órganos resulten dañados en menor o mayor gravedad.
Felices en la calle
Falso. Un gato casero que es abandonado casi con seguridad no sobrevivirá en la calle. La sola tristeza de verse solo en un entorno desconocido ya puede ser suficiente para que no luche por su vida, a lo que hay que añadir una larga lista de peligros: atropellos, enfermedades, envenenamientos, heridas por peleas territoriales, etc. La vida de un gato en un hogar estando bien atendido puede superar fácilmente y con creces los diez años. En los de la calle la esperanza de vida disminuye drásticamente aún habiendo nacido en ella.
Contagian de Toxoplasmosis
Falso. El desconocimiento y la desinformación fomentada muchas veces por el entorno sanitario, contribuyen a esta idea. Si tu médico nada más saber que estás embarazada te recomienda deshacerte de tu gato no lo dudes…cambia de médico. La toxoplasmosis se debe a un parásito presente en las heces de los gatos infectados. Basta con que la embarazada no sea la encargada de limpiar el arenero, o que lo haga con guantes para prevenir el contagio. Mucho más efectivo que deshacerse del animales lavar escrupulosamente las frutas y las verduras, cocinar bien la carne y mantener una higiene correcta de las manos.
Odian a los perros
Falso. Las redes sociales están llenas de imágenes y videos que lo demuestran. Un perro y un gato pueden ser buenos compañeros de vida, sobretodo si uno de ellos (o ambos) llegaron a casa siendo cachorro. En caso de no ser así, bastará un poco de paciencia y un periodo de adaptación para que cada uno establezca sus límites y aprendan como mínimo, a tolerarse y tal vez incluso a quererse.
Tienen siete vidas
La única que desearía que fuera cierta. Ojalá, pero es igual de falsa que las anteriores. Sólo tienen una, así que por favor intentemos entre todos que sea lo más digna y larga posible.