Los niños y niñas palestinos detenidos por el ejército israelí sufren abusos físicos y emocionales: cuatro de cada cinco (86%) son golpeados y el 69% son desnudados, según la investigación que Save the Children difunde hoy. Casi la mitad (42%) sufre lesiones en el momento de la detención, como heridas de bala y fracturas óseas. Algunos denuncian violencia de carácter sexual y otros aseguran que fueron trasladados a los tribunales o a centros de detención en pequeñas jaulas.
La nueva investigación se lanza coincidiendo con la presentación ante el Consejo de Derechos Humanos hoy de Francesca Albanese, Relatora Especial sobre la situación de los derechos humanos en los territorios palestinos ocupados desde 1967, de pruebas sobre la detención de niños y niñas palestinos. Se calcula que cada año hay entre 500 y 1.000 niños y niñas recluidos en centros de detención militar israelíes.
Save the Children afirma que estas prácticas constituyen un grave y prolongado problema de violación de derechos humanos y pide a Israel que ponga fin a la detención de menores de edad palestinos en virtud de la legislación militar y a su enjuiciamiento en tribunales militares.
Asimismo, Save the Children y YMCA, una de sus organizaciones socias en el terreno, han entrevistado a 228 menores de edad (221 niños y 7 niñas) ex detenidos –entre uno y 18 meses– de toda Cisjordania y han comprobado que la mayoría son golpeados, esposados y vendados durante la detención. También son interrogados en lugares desconocidos sin la presencia de su padre, madre o tutor legal, y a menudo se les priva de comida, agua y sueño, o de acceso a asistencia letrada. El principal presunto delito de estas detenciones es el lanzamiento de piedras, que puede conllevar una pena de 20 años de prisión para los niños y niñas palestinos.
Esta nueva investigación es la continuación de la realizada por Save the Children en 2020, titulada Indefensos, y constata que el impacto de los abusos físicos y emocionales durante la detención se ha disparado, con profundas consecuencias en la capacidad de recuperación de los niños y las niñas.
Khalil [nombre ficticio], que fue detenido cuando tenía 13 años, cuenta que no recibió atención sanitaria: «Tenía una herida en la pierna, estaba escayolado y tenía que arrastrarme para poder moverme. Sentía que me destrozaban el cuerpo. No tenía muletas para ayudarme a caminar, no paraba de pedir ayuda a los soldados durante el traslado, pero nadie me ayudó».
Khalil asegura también que sufrió amenazas por parte de un miembro del ejército israelí: «El soldado amenazó con matarme cuando me detuvo por segunda vez. Me preguntó si quería correr la misma suerte que su primo, ya que a él lo habían matado. Me prometió que a mí me pasaría lo mismo y que moriría, pero que antes me enviaría a la cárcel. Me dijo que volvería a por mí y todos los días espero a que llegue ese día».
Algunos niños y niñas informaron de que creían que distintos tipos de abusos tenían como objetivo empujarles a admitir cosas que no eran ciertas para incriminar a otros, incluidos miembros de su familia.
Yasmeen [nombre ficticio], madre de Ahmed [nombre ficticido], detenido cuando tenía 14 años, cuenta que durante el interrogatorio a su hijo le convencieron para que delatara a su hermano a cambio de ser liberado: “Era ingenuo y no entendía lo que estaba pasando. Dijo lo que le dijeron que dijera; unos días después, vinieron a nuestra casa y detuvieron a mi otro hijo».
Cifras contra la infancia
El nuevo informe de Save the Children recoge una serie de datos que demuestran las violaciones de derechos humanos que sufre la infancia y la adolescencia en Cisjordania:
– Durante la detención, el 42% de los niños sufrieron heridas, incluidas heridas de bala y fracturas óseas, y el 65% de los niños fueron detenidos durante la noche, principalmente entre la medianoche y el amanecer. La mitad de las detenciones se produjeron en el hogar de los niños.
– La mayoría de los niños sufrieron terribles niveles de abusos físicos y emocionales, como palizas (86%), amenazas de agresión (70%) y golpes con palos o pistolas (60%).
– Algunos niños denunciaron violencia y abusos de índole sexual, como golpes o tocamientos en los genitales, y el 69%, cacheos.
– El 60% de los niños fueron sometidos a régimen de aislamiento, con una duración que osciló entre uno y 48 días.
– A los niños se les negó el acceso a los servicios básicos: el 70% dijo padecer hambre y el 68% afirmó no recibir atención sanitaria.
– Al 58% de los niños se les negaron las visitas o la comunicación con su familia mientras estuvieron detenidos.
– La mayoría de los niños detenidos son varones, una tendencia que se refleja en la encuesta, ya que ellos representan el 97% de los encuestados.
– El número de niños y niñas que tienen pesadillas frecuentes ha aumentado del 39% al 53% y el de los que sufren insomnio o dificultades para dormir se ha disparado del 47% al 73%, en comparación con los niños y niñas encuestados en 2020.
– La ilusión y la esperanza de los niños y niñas en el futuro disminuyeron del 96% en 2020 al 68% en 2023, un aumento alarmante en un contexto con escaso apoyo psicosocial disponible.
Lana [nombre ficticio], la madre de Mohammed [nombre ficticio], que fue detenido cuando tenía 14 años, cuenta que después de que liberaran a su hijo, él no quería separarse de su lado y pedía dormir junto a ella: “Se niega a salir de casa. Ha sido un reto para nosotros; creo que está traumatizado. Le detuvieron el martes por la noche, ahora todos los martes siente que vienen a por él».
Jason Lee, director de Save the Children en los Territorios Ocupados de Palestina, asegura que cada año, aproximadamente entre 500 y 700 niños y niñas palestinos se ven señalados por el sistema judicial militar israelí: “Son los únicos niños del mundo que experimentan un enjuiciamiento sistemático en tribunales militares. Nuestra investigación demuestra –una vez más– que son objeto de abusos graves y generalizados a manos de quienes se supone que deben cuidar de ellos”.
Lee denuncia que no hay justificación para golpear y desnudar a los niños, tratarlos como animales o robarles su futuro: “Se trata de una crisis de protección de la infancia que no puede seguir ignorándose. Debe ponerse fin de una vez a este abusivo sistema de detención militar», concluye.
Save the Children pide a Israel que respete todos los derechos de la infancia y el derecho internacional, y demanda una moratoria inmediata sobre el arresto, la detención y el procesamiento de niños por parte de las autoridades militares israelíes.
Save the Children en los Territorios Ocupados de Palestina
Save the Children lleva trabajando con la infancia y la adolescencia palestina desde la década de 1950, con presencia permanente en los Territorios Ocupados de Palestina desde 1973. Tiene presencia en toda la región gracias al trabajo en red con más de 30 organizaciones socias, que trabajan conjuntamente para garantizar que los niños, niñas y adolescentes sobrevivan, tengan la oportunidad de aprender y estén protegidos de todo tipo de abusos, así como para promover el cumplimiento de la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño y de la Niña.