Koldo García, conocido por su implicación en la trama de comisiones ilegales durante la pandemia, jugó un papel crucial en la llegada de Delcy Rodríguez a España. En enero de 2020, García compartió información detallada sobre el viaje con Rafael Pérez Sánchez, el ‘número dos’ del Ministerio del Interior, dirigido por Fernando Grande-Marlaska.
Las conversaciones entre García y Pérez se centraron en la llegada de Rodríguez al aeropuerto de Barajas, donde finalmente no pudo ingresar debido a una orden europea que prohibía su entrada en territorio de la UE. Según las comunicaciones reveladas, Koldo se encargó de coordinar los detalles del viaje, mientras que Pérez gestionaba su llegada al aeropuerto.
En mensajes de WhatsApp, Koldo instruyó a Pérez que Rodríguez debía entrar por la sala de autoridades. Estas conversaciones, aunque polémicas, no constituyen un delito según el juzgado madrileño, ya que la zona de tránsito internacional no se considera territorio nacional. El Tribunal Supremo también archivó la causa contra José Luis Ábalos, exministro de Transportes, por falta de delito.
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, negó en el Senado haber tenido conocimiento de cualquier actividad ilícita relacionada con el caso. Afirmó que nunca se reunió con Koldo García ni sospechó de las acciones de Ábalos. Además, aseguró que Delcy Rodríguez no pisó suelo español en términos legales y que las maletas del vuelo no ingresaron al país.
La controversia sobre la visita de Rodríguez y las comunicaciones entre Koldo y el Ministerio del Interior han sido objeto de escrutinio público y político. Aunque el caso fue archivado, sigue siendo un ejemplo de las complejidades diplomáticas y legales en situaciones de alto perfil.