El corazón de Samuel Luiz se detuvo al menos seis veces tras la brutal agresión que acabó con su vida, según los médicos forenses encargados de la autopsia. La Audiencia Provincial de A Coruña ha sido el escenario de una nueva sesión del juicio contra cinco adultos acusados por su muerte el 3 de julio de 2021. Las acusaciones solicitan penas de entre 22 y 27 años de prisión para los implicados.
Los forenses han concluido que la causa de la muerte fue una serie de golpes múltiples en el contexto de una agresión violenta. Han detallado que no encontraron un golpe único que explicara el fallecimiento, sino que fue el conjunto de todos los golpes lo que provocó la tragedia.
Testigos del incidente relataron que Samuel quedó inconsciente en el suelo, y aunque se iniciaron maniobras de reanimación, su corazón se detuvo varias veces. Fue trasladado al hospital, donde llegó a las 4:16 horas, aproximadamente una hora después de la agresión.
En el hospital, Samuel volvió a entrar en parada cardíaca. A pesar de los esfuerzos médicos durante 90 minutos, no lograron salvar su vida. Los forenses enumeraron numerosas lesiones en todo su cuerpo, destacando las de la cabeza, que causaron una presión craneal fatal.
Un aspecto crucial del informe forense es la ausencia de heridas defensivas en el cuerpo de Samuel, lo que sugiere que no tuvo oportunidad de defenderse durante el ataque. Además, se mencionó una lesión en el cuello compatible con un ‘mataleón’ mal ejecutado, supuestamente realizado por uno de los acusados, Alejandro Freire ‘Yumba’.
Durante la sesión, también declararon dos agentes de la Policía Nacional que analizaron los móviles de los acusados. Se descubrió que muchos datos habían sido borrados, y que los procesados realizaron varias llamadas y búsquedas en periódicos la noche del crimen.
Uno de los acusados, Kaio Amaral Silva, admitió haber recogido el teléfono móvil de Samuel, lo que ha llevado a las acusaciones a solicitar cinco años adicionales de prisión por robo con fuerza.
Este caso ha generado un gran impacto social y mediático, no solo por la brutalidad de los hechos, sino también por las implicaciones legales y morales que conlleva. La sociedad sigue de cerca el desarrollo del juicio, esperando justicia para Samuel Luiz.